sábado, 23 de julio de 2016

ESTADOS UNIDOS EJERCE TERRORISMO AMBIENTAL SOBRE PUERTO RICO

Dr. CarlosPérez Morales
Docente Jubilado
Universidad de Puerto Rico.


Puerto Rico es uno de los paίses tropicales donde más ha atacado la peligrosa enfermedad del Zika. El vector que trasmite esta enfermedad es el mosquito Aedes Aegipty, muy común en los trópicos y por ende en este paίs. Este mosquito también propaga el dengue y el chycunguṅa.

La enfermedad del Zika es de tipo viral, en no pocas veces asintomática y se trasmite a través de mosquitos o por el semen de hombres infectados. Todavia se estudian otros medios de trasmisión. Aunque esta enfermedad en ocasiones es asintomática, en algunas ocasiones presenta sίntomas como dolor de cabeza, fiebre, irritaciones en la piel y conjuntivitis. El Zika se ha diagnosticado en 62 paίses y/o territorios, de acuerdo a la información proporcionada por la Organización Mundial de la Salud.  En Puerto Rico, la enfermedad del Zika se ha diseminado por toda la isla y de una epidemia amenaza convertirse en una pandemia. El Departamento de Salud anunció la cantidad de más de 5,500 casos. Hay más de 300 casos de embarazadas.

El Centro de Control de Enfermedades, de Atlanta, con supuesta jurisdicción en Puerto Rico, inició una extensa campaña para utilizar el producto Naled, asperjando toda la isla. A primera fase parece una buena idea para erradicar el mosquito Aedes, pero hay información científica que este compuesto quίmico es nocivo para la salud de los humanos y otros animales necesarios en el ecosistema como en el caso de las abejas. La aspersión aérea del mismo, además de producir daños a la salud, provoca alteraciones en los distintos ecosistemas, causando asί un desbalance ecológico.

Peligrosos intereses, guiaron al Centro de Control de Enfermedades a impulsar esta drástica medida. Entre ellas se mencionan el requerir cientos de millones de dólares para el CDC al Congreso de Estados Unidos. Otra importante razón es que la empresa capitalista productora de Naled, ejerció presión económica contra el CDC.  Pero lo que más nos preocupó fue la decidida presión del presidente de estos Centros, apoyando esta drástica medida en Puerto Rico. Poderosos intereses económicos presionaron también a las autoridades de la isla para  la aspersión aérea  con Naled.  Desde el principio de esta presión sobre el gobierno de Puerto Rico, el pueblo, guiádo por información provista por destacados científicos, se tiró a las calles a protestar por esta controversial decisión. Uno de los argumentos más poderosos en esta protesta fue que Estados Unidos nuevamente utilizaba el territorio de Puerto Rico de conejillo de india para experimentación. Otro argumento esgrimido es que que no se disponίa de información cientίfica de los efectos a largo plazo de este peligroso producto. Durante este período de protestas, el gobierno de Puerto Rico, presionado por nubosos intereses, asumió una posición ambivalente.

Las protestas de los puertorriqueṅos frente este atentado incluyeron a individuos provenientes de todos los sectores sociales y polίticos. La alcaldesa de San Juan, la Ciudad Capital de Puerto Rico, Carmen Yulίn Cruz anunció a todos los medios de comunicación, que esta aspersión es un caso de terrorismo ambiental. Cruz también anunció que se unirίa a la organización que promueve la defensa de Puerto Rico mediante actos de desobediencia civil. Otras actividades de protesta incluyen el establecimiento de campamentos en terrenos propiedad del gobierno federal de EEUU, como el montado frente al Tribunal imperialista de Estados Unidos en Puerto Rico.

El incidente que llenó la copa fue el descubrimiento, por una periodista, de que el Naled ya estaba en Puerto Rico, enviado por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades. Este hecho, sorprendió al mismo gobernador de la Isla, Alejandro Garcίa Padilla quien no fue consultado al efecto. La cantidad llegada del Naled a Puerto Rico era suficiente para asperjar por la vίa aérea a toda la Isla.  Este hecho causó revuelo en la población. Garcίa Padilla, presionado por una ola de indignación y protestas, decidió que no se utilizará el Naled para asperjar la isla y exigió al CDC de Atlanta, el regreso de este producto a Estados Unidos.  Esta medida se realizó el mismo dίa en que Garcίa Padilla exigió la salida de este producto del territorio puertorriqueño. En su lugar, se harίa la aspersión con el larvisiva orgánico BTI, que mata los mosquitos en su etapa lalvar.

El hecho de que Estados Unidos, decidió asperjar la isla de Puerto Rico con un producto quίmico peligroso para los humanos, es otra manifestación del brutal régimen colonial que mantiene sobre Puerto Rico.

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