Dr.
CarlosPérez Morales
Docente
Jubilado
Universidad
de Puerto Rico.
Puerto
Rico es uno de los paίses tropicales donde más ha atacado la peligrosa enfermedad
del Zika. El vector que trasmite esta enfermedad es el mosquito Aedes Aegipty,
muy común en los trópicos y por ende en este paίs. Este mosquito también
propaga el dengue y el chycunguṅa.
La
enfermedad del Zika es de tipo viral, en no pocas veces asintomática y se
trasmite a través de mosquitos o por el semen de hombres infectados. Todavia se
estudian otros medios de trasmisión. Aunque esta enfermedad en ocasiones es
asintomática, en algunas ocasiones presenta sίntomas como dolor de cabeza,
fiebre, irritaciones en la piel y conjuntivitis. El Zika se ha diagnosticado en
62 paίses y/o territorios, de acuerdo a la información proporcionada por la
Organización Mundial de la Salud. En
Puerto Rico, la enfermedad del Zika se ha diseminado por toda la isla y de una
epidemia amenaza convertirse en una pandemia. El Departamento de Salud anunció
la cantidad de más de 5,500 casos. Hay más de 300 casos de embarazadas.
El Centro
de Control de Enfermedades, de Atlanta, con supuesta jurisdicción en Puerto
Rico, inició una extensa campaña para utilizar el producto Naled, asperjando
toda la isla. A primera fase parece una buena idea para erradicar el mosquito
Aedes, pero hay información científica que este compuesto quίmico es nocivo
para la salud de los humanos y otros animales necesarios en el ecosistema como
en el caso de las abejas. La aspersión aérea del mismo, además de producir daños
a la salud, provoca alteraciones en los distintos ecosistemas, causando asί un
desbalance ecológico.
Peligrosos
intereses, guiaron al Centro de Control de Enfermedades a impulsar esta drástica
medida. Entre ellas se mencionan el requerir cientos de millones de dólares
para el CDC al Congreso de Estados Unidos. Otra importante razón es que la
empresa capitalista productora de Naled, ejerció presión económica contra el CDC. Pero lo que más nos preocupó fue la decidida
presión del presidente de estos Centros, apoyando esta drástica medida en
Puerto Rico. Poderosos intereses económicos presionaron también a las
autoridades de la isla para la aspersión
aérea con Naled. Desde el
principio de esta presión sobre el gobierno de Puerto Rico, el pueblo, guiádo
por información provista por destacados científicos, se tiró a las calles a
protestar por esta controversial decisión. Uno de los argumentos más poderosos
en esta protesta fue que Estados Unidos nuevamente utilizaba el territorio de
Puerto Rico de conejillo de india para experimentación. Otro argumento esgrimido
es que que no se disponίa de información cientίfica de los efectos a largo
plazo de este peligroso producto. Durante este período de protestas, el
gobierno de Puerto Rico, presionado por nubosos intereses, asumió una posición
ambivalente.
Las protestas de los puertorriqueṅos frente este atentado incluyeron
a individuos provenientes de todos los sectores sociales y polίticos. La
alcaldesa de San Juan, la Ciudad Capital de Puerto Rico, Carmen Yulίn Cruz
anunció a todos los medios de comunicación, que esta aspersión es un caso de
terrorismo ambiental. Cruz también anunció que se unirίa a la
organización que promueve la defensa de Puerto Rico mediante actos de
desobediencia civil. Otras actividades de protesta incluyen el establecimiento
de campamentos en terrenos propiedad del gobierno federal de EEUU, como el
montado frente al Tribunal imperialista de Estados Unidos en Puerto Rico.
El incidente que llenó la copa fue el descubrimiento, por una
periodista, de que el Naled ya estaba en Puerto Rico, enviado por el Centro de
Control y Prevención de Enfermedades. Este hecho, sorprendió al mismo
gobernador de la Isla, Alejandro Garcίa Padilla quien no fue consultado al
efecto. La cantidad llegada del Naled a Puerto Rico era suficiente para
asperjar por la vίa aérea a toda la Isla.
Este hecho causó revuelo en la población. Garcίa Padilla, presionado por
una ola de indignación y protestas, decidió que no se utilizará el Naled para
asperjar la isla y exigió al CDC de Atlanta, el regreso de este producto a
Estados Unidos. Esta medida se realizó
el mismo dίa en que Garcίa Padilla exigió la salida de este producto del
territorio puertorriqueño. En su lugar, se harίa la aspersión con el larvisiva
orgánico BTI, que mata los mosquitos en su etapa lalvar.
El hecho de que Estados Unidos, decidió asperjar la isla de
Puerto Rico con un producto quίmico peligroso para los humanos, es otra
manifestación del brutal régimen colonial que mantiene sobre Puerto Rico.