martes, 29 de marzo de 2016

RESOLUCION TRANSPASO EDIFICIO CENTRO CULTURAL AL MUNICIPIO

(R. C. de la C. 4824)

RESOLUCION CONJUNTA NUM. 2061
30 DE SEPTIEMBRE DE 2004

 


Para ordenar el traspaso de la titularidad del edificio de la vieja casa alcaldía al Municipio de Humacao, ubicado frente a la Plaza de Recreo donde se albergan las oficinas del Centro Cultural Antonia Sáez y la Oficina del Instituto de Cultura Puertorriqueña, a los fines de proceder a realizar trabajos de restauración de ese edificio histórico patrimonio de Humacao, el cual se utilizará como centro de operaciones del Centro Cultural; los recursos económicos que se adquieran por alquiler de espacios físicos serán utilizados por los directivos del Centro Cultural para promoción de actividades culturales y para financiar el mantenimiento de la planta física.

EXPOSICION DE MOTIVOS


El edificio que actualmente alberga las Oficinas del Centro Cultural de Humacao y Oficinas del Instituto de Cultura Puertorriqueña, fue en una ocasión la Alcaldía de Humacao y anteriormente había sido centro activo del quehacer económico y social de la Ciudad Gris.  Ubicado justamente al frente de la Plaza de Recreo de Humacao, reúne condiciones óptimas para reverdecer laureles en un proceso de revitalización del Centro Urbano tradicional que languidece por una inactividad crónica en todos los sentidos que han hecho que los humacaeños ya no asistan ni siquiera a su plaza de recreo que era el centro de bullicio e intercambio social y cultural.

Actualmente, el edificio antes señalado, proclamado como uno de gran valor histórico, está bajo la jurisdicción legal del Instituto de Cultura Puertorriqueña, quienes no tienen ni recursos económicos ni condiciones que les estimule a invertir para reconstruirlo y aprovecharlo para el disfrute de nuestra gente.

La Administración Municipal de Humacao ha expresado oficialmente su interés en invertir recursos económicos para la restauración de ese edificio para usarlo como punta de lanza para atraer a inversionistas, comerciantes y al público en general en un esfuerzo bien planificado para devolverle la actividad cultural y social de antaño a lo que ha sido el corazón de la ciudad por muchos muchos años.

Se espera que junto a la adquisición y remodelación del viejo edificio conocido por Teatro Victoria sean medidas pro-activas que vitalicen la actividad cultural, social y económica en el centro urbano de Humacao.

 RESUELVESE POR LA ASAMBLEA LEGISLATIVA DE PUERTO RICO:



Artículo 1.-Se ordena la transferencia de la titularidad del edificio que alberga el Centro Cultural de Humacao a la Administración Municipal de esta ciudad a los fines de restaurarlo y convertirlo en centro real de actividad cultural.
           
            Artículo 2.-El Instituto de Cultura Puertorriqueña, el Municipio de Humacao y cualquier otra agencia del Gobierno Central iniciarán los trámites para hacer posible esta transferencia en un término no mayor de sesenta (60) días luego de la aprobación de esta Ley. Asimismo, realizarán todas las gestiones necesarias, para que se lleve a cabo lo que dispone esta Resolución Conjunta, ante cualquier Departamento, Agencia, Oficina, Municipio o Corporación del Gobierno de Puerto Rico.

            Artículo 3.-El Municipio no vendrá obligado a pagar dinero alguno por el inmueble, pero no podrá disponer de éste para fines privados, ya que dicha facilidad física se utilizará como centro de operación del Centro Cultural Antonia Sáez y la Oficina Regional del Instituto de Cultura Puertorriqueño; disponiéndose que el importe económico que se genere por alquiler de espacios físicos serán utilizados por la Junta de Directores del Centro Cultural para promoción de actividades culturales y para financiar el mantenimiento de la planta física.

Artículo 4.-Los negocios y servicios que se ofrezcan en dicha instalación deberán guardar armonía con los propósitos del Centro Cultural y del Instituto de Cultura Puertorriqueña, pero se respetarán los derechos adjudicados por virtud de la Ley Núm. 87 de 30 de junio de 1975.

Artículo 5.-El Instituto de Cultura Puertorriqueña no más tarde de noventa (90) días después de la aprobación de esta Ley, se encargará de requerir los pagos de rentas atrasadas por los inquilinos que oficialmente ocupen algún espacio, evitando enriquecimiento ilícito con propiedad pública y requerirá el desalojo de los locales que no guardan proporción o armonía con el desarrollo cultural del centro urbano de Humacao.

Artículo 6.-Esta Ley entrará en vigor inmediatamente después de su aprobación.


jueves, 17 de marzo de 2016

Punto Fijo


Bienvenidos sean quienes visitan Puerto Rico, por vez primera. Bienhallados sean quienes pasan aquí los días que uno tras otro son la vida, como afirma el poeta colombiano.  
Brevedad me encarecen mis anfitriones. La petición huelga. Tengo por artículo de fe que en la brevedad se despliega la juiciosidad. ¿Qué otra cosa sino despliegue de juiciosidad  acontecen en la décima, en el soneto, en el bolero? Cuya definición más eficaz lleva la firma de Gabriel García Márquez. El personaje principal de Memoria de mis putas tristes concluye, entre melancólico y abstraído: El bolero es la vida. ¿Cursi? ¿Quién que es no padece súbitos episodios de cursilería? Si se le teme a la cursilería ni se conversa ni se escribe ni se ama.
Dedico mis palabras breves a un hombre de acción y a un hombre de reflexión.  Puertorriqueño, el hombre de acción se llama Oscar López Rivera. Español, el hombre de reflexión se llama Federico García Lorca.     
Con permiso.
La sombra del cliché es alargada. Basta decir Puerto Rico para que se repita la sentencia: los puertorriqueños siempre hablan de lo mismo. La sentencia peca de frívola. A lo largo y ancho del  planeta siempre se habló, se habla y se hablará de lo mismo. Es decir, del problema, del agobio, del sueño al que se le confía la superación del problema y el agobio.  
No hay actividad humana más  democrática que soñar. Los sirios que congestionan  Grecia y Turquía viven prendados del sueño alemán. Con tal de que los salpique el sueño americano media Centroamérica viaja en el tren infernal apodado la Bestia. 
El sueño no tiene dueño proclama el refrán. Es decir, cada cual es dueño absoluto de su sueño: el rico en su riqueza, el pobre que padece su miseria y su pobreza, el que a medrar empieza, el que afana y pretende, el que agravia y ofende. Sin proponérselo, Luis Palés Matos resume el soliloquio majestuoso del Príncipe Segismundo cuando escribe:- El sueño es el estado natural. Añado, como puntual lector del gran poeta, el sueño es el estado natural, así como lo son sus fronteras obligadas,  el insomnio y la pesadilla. Más sobre el sueño: Unamuno, por siempre citable, aunque la crítica chic y boba lo haya desterrado al subsuelo de las retaguardias, aconseja: No son sueños ajenos los que tienes que colmar. 
Sincerémonos. La sentencia que peca de frívola, igualmente peca de sincera. Algo monotemáticos somos los puertorriqueños. Contrariando los versos que inician uno de los poemas supremos de la lengua española, nuestras vidas son los ríos que van a dar a  la mar, que es el estatus. Mucho de cuanto contamos desaparece en las honduras del susodicho mar, siempre revuelto. Naufragan en tan complicado mare nostrum impresiones primarias de las que surgen  la simpatía y la antipatía. 
El estatus político se nos ha vuelto  ardiente impaciencia. Me desdigo, vicio  se nos  ha vuelto.  Aun cuando del vicio nos defienda el estallido furioso del poeta aquel, lejano en el tiempo y cercano en la complicidad: -Los vicios de una nación son su mayor  riqueza.   
Pero, juro por los huesos de mi madre que, a veces, los puertorriqueños hablamos de otros asuntos, suscitados por nuestro emocionario público y privado. Esbozo, a grandes rasgos, tres que me interesan, a más no poder: el amor natural de patria, el sancocho espeso de razas, la pelea monga.  
Sepan los presentes que el  número de puertorriqueños que vive fuera de Puerto Rico  sobrepasa el número de puertorriqueños que vive en Puerto Rico. Cuatro millones, seiscientos veintitrés mil, setecientos dieciséis mil viven….. fuera de casa. Tres millones, novecientos setenta y nueve mil vivimos …en casa. 
Mudanzas diarias a Texas, a Florida, a la Gran Manzana. Regresos diarios a Country Club, a Santa Juanita, a La Riviera. Los trajines y las fatigas del ir y el volver retratan el Puerto Rico nómada, a la hora actual el único Puerto Rico permanente. El equipaje de los viajeros lo abulta el idioma puertorriqueño de la vivencia. Que es el idioma español. Poco a poco harán suyo el idioma puertorriqueño de la sobrevivencia. Que es el inglés. 
También va y vuelve, como parte integral de las mudanzas y los regresos, una  conmoción que califico de puertorriqueñidad. El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua no acoge la palabra. Sí acoge la palabra argentinidad: calidad de lo que es privativo de la República Argentina. Lo que es igual no es ventaja. Ahora divulgo, con deje triunfal, amparado en la opinión del Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, puertorriqueñidad: calidad de lo que es privativo de  la isla de Puerto Rico.   
Dizque por irrisoria, dizque por desfasada, dizque por patriotera, algunos compatriotas menosprecian la palabra puertorriqueñidad. Benigna después de todo, nada más alude a lo que el Inca Garcilaso bautizó, va para cuatrocientos años, el amor natural de patria. 
Esa golpeada palabra  ilumina todas las formulaciones del vivir nuestro de cada día. Desde las trascendentes hasta las que el pensamiento encorsetado tacha de superficiales. Irónicamente, por superficiales son capaces de medir la temperatura auténtica de una sociedad como la puertorriqueña, huérfana de gestas aunque colmada  de  gestos.  
Enumero gestos a continuación.  
1. Canta Ricky Martin en París y las chicas alucinan cuando el mito se hace carne. Bañado por la admiración y el deseo Ricky Martin lanza  besos de gratitud, inclina la cabeza en señal de religiosa humildad y ondea una bandera puertorriqueña. 
2. Pelean Tito Trinidad, Miguel Cotto, Félix Verdejo en el Madison Square Garden. Suben al ring a probar la ciencia de sus puños. Los tres envuelven la prestancia viril de sus cuerpos rotundos con una capa en la cual se estampan motivos de la bandera puertorriqueña. 
3. Como si los asaltara la urgencia de pregonarlo, ciudadanos del común adhieren calcomanías en los cristales de sus automóviles con leyendas, por el estilo de Boricua a bordo, Somos puertorriqueños, Boricua de pura cepa, Soy de aquí como el coquí.  Curiosidad sociológica: el credo independentista fracasa en las urnas, pero el credo  puertorriqueñista arrasa en la calle. 
La paradoja entra en juego. Fetiche, talismán, premio divino, en abrumador número mayoritario el puertorriqueño no transa la pérdida de  la ciudadanía norteamericana. Pero, tampoco transa la negociación de un  solo atributo de su nacionalidad- el idioma español, la bandera, la cultura. En fin, cuanto especifica y diferencia su lugar en el mundo, cuanto aprecia y defiende lo que es privativo de la isla de Puerto Rico. 
Más gestos. 
Sucesivamente, los conquistadores españoles y los invasores norteamericanos,  más o menos blancos, amplían los horizontes de su sexualidad  y corrigen las deficiencias de ésta en los brazos de la taína,  de la negra, de la criolla, de la mulata, la puertorriqueña, históricamente  ascendidas a medicina revolucionaria. En el fogón del instinto y el deseo esos aparejamientos cocinan  un plato sabroso, que la lucidez detonadora de la escritora  Ana Lydia Vega bautiza como sancocho espeso de razas.
El sancocho espeso de razas legitima el río de rasgos cruzados que se entrevé y se agolpa por las caras puertorriqueñas. Caras cobrizas y pardas, jabás y cuarteronas. Caras de leve eco ático y de armonía aborigen. Caras por las que rumia una verdad implacable: el mestizaje constituye el paradigma racial de Puerto Rico. Un mestizaje que enarbola cuanto arte se gestiona en estos lares.   
Un último gesto. De cuantas actitudes colectiviza el puertorriqueño ninguna resulta más significativa que la pelea monga. Se trata de una paradoja travestida de picardía. Pues mongo, voz de origen africano, circula en Puerto Rico con la significación de débil y de fofo. La pelea monga se da oculta, sin permitir que la delate la impulsividad. Se da como apuesta a la resistencia que no se malgasta en  la confrontación. La actitud libre de gestos de la pelea monga se ha vuelto reglamentaria en la vida puertorriqueña y ha posibilitado una diferente gesta. 
La sombra del cliché es alargada.  
Basta decir Puerto Rico para que  se lo disminuya   con dureza, en tanto que país entrado en años,  pero todavía deshojando la margarita colonial, como un indeciso Hamlet caribeño, un Hamlet afrodescendiente.    Basta decir  Puerto Rico para que se disparen el mal entendido, el prejuicio y la distorsión sobre la audaz  creatividad de nuestra lengua española apuertorriqueñada.  Una lengua española apuertorriqueñada que en el trasvase caribeño halla su santo y seña.      
Invito a quienes de ustedes visitan Puerto Rico, por vez primera, y quienes de ustedes  pasan aquí los días que uno tras otro son la vida como afirma el poeta colombiano, a  participar  en la desactivación del  cliché y en el contrarresto, luz mediante,  de la sombra alargada.      
Leído durante la ceremonia inaugural de la Conferencia Internacional de la Lengua Española, que se celebra en San Juan de Puerto Rico del 15 al 18 de marzo de 2016.  

PD: Disfruten del video de la presentación.

https://www.youtube.com/watch?v=zzyNIDZGrK0

martes, 15 de marzo de 2016

Luis Rafael Sánchez destaca la puertorriqueñidad en su discurso

El Nuevo Día. martes, 15 de marzo de 2016Por Nydia Bauzá y Mariela Fullana Acosta

Sánchez lamentó que en Puerto Rico el tema del estatus político "se nos ha vuelto vicio".
 (
Xavier J. Araújo Berríos)




El escritor puertorriqueño Luis Rafael Sánchez elogió este, martes, la figura del preso político Oscar López Rivera durante la ceremonia de inauguración del séptimo Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE2016).
"El hombre de acción se llama Oscar López Rivera", afirmó ante los reyes de España y otros cientos de personas congregadas en el Centro de Convenciones de Puerto Rico, donde su discurso se centró en su definición de la puertorriqueñidad.

El laureado autor ofreció un magistral mensaje donde hizo gala de la riqueza del idioma español, ese que los puertorriqueños han hecho suyo y que Sánchez, particularmente, lo ha impregnado con su propio estilo. Puntual, crítico, creativo y asertivo, el escritor arrancó aplausos de la audiencia desde el inicio de su mensaje, el cual dedicó al preso político puertorriqueño y al escritor español Federico García Lorca.
Ante los miembros del Instituto Cervantes y los miembros de la Real Academia Española, Sánchez habló sobre “puertorriqueñidad”, esa palabra que define a los que viven en la Isla y fuera de ella, y que dijo no es aceptada por el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, aunque sí lo es “argentinidad”.
“Lo que es igual no es ventaja”, dijo arrancando aplausos de la audiencia, y definiendo puertorriqueñidad como “calidad de lo que es privativo de la Isla de Puerto Rico”.
“Dizque por divisoria, dizque por desfasada, dizque por patriotera, algunos compatriotas menosprecian la palabra puertorriqueñidad, benigna después de todo. Nada más a lo que alude el Inca Garcilaso de la Vega cuando bautizó -va para 400 años-, el amor natural de patria”, agregó ante la presencia de los funcionarios del gobierno de Puerto Rico. 
Sánchez criticó a aquellos que han alargado el cliché sobre Puerto Rico, repitiendo la sentencia de que siempre hablamos de lo mismo.  “Basta decir Puerto Rico para que se repite la sentencia: los puertorriqueños siempre hablan de lo mismo. La sentencia peca de frívola. A lo largo y ancho del planeta siempre se habló, se habla y se hablará de lo mismo, es decir, del problema del agobio”.
Fue entonces cuando aprovechó para hablar del estatus político, que dijo “se nos ha vuelto ardiente impaciencia”. “Los vicios de una nación son su mayor riqueza”, apuntó refiriéndose al estatus.
Sánchez se enfocó en su mensaje en los gestos puertorriqueños, esos que hablan de nuestro enorme universo de temas, de nuestra complejidad, de nuestra riqueza. El escritor dividió esos gestos en “el amor natural de patria, el sancocho espeso de razas y la pelea monga”.
El autor de “La guaracha del macho Camacho”, ofreció ejemplos de nuestra cultura popular, como muestra de esos gestos de puertorriqueñidad. Desde Ricky Martin, Tito Trinidad, hasta las calcomanías de los automóviles que despliegan frases como “Yo soy boricua pa’que tú lo sepas” o “Soy de aquí como el coquí”, sirvieron para que ilustrara ese vernáculo tan nuestro, que es de fácil identificación internacional.
“Curiosidad sociológica: El credo independentista fracasa en las urnas, pero el credo puertorriqueñista arrasa en la calle”, sostuvo Sánchez, apuntando una vez más a esa complejidad que nos conforma.
La raza y la pelea monga, que según dijo se ha vuelto “reglamentaria en la vida puertorriqueña y ha posibilitado una diferente gesta”, fueron otros de los gestos de los que habló Sánchez en su mensaje, que concluyó invitando a los presentes a “desactivar el cliché” sobre Puerto Rico.
“La sombra del cliché es alargada, basta decir Puerto Rico para se le disminuya con dureza, en tanto que país entrado en años, pero todavía desojando la margarita colonial como un indeciso Hamlet caribeño, un Hamlet afrodescendiente. Basta decir Puerto Rico para que se disparen el malentendido, el prejuicio y la distorsión sobre la audaz creatividad de nuestra lengua española apuertorriqueñada”.
“Invito a aquellos de ustedes que visitan Puerto Rico por vez primera y a quienes de ustedes pasan aquí los días que uno tras otro son la vida, como afirma el poeta colombiano, a participar en la desactivación del cliché y en el contrarresto, luz mediante, de la sombra alargada”, concluyó, provocando la ovación de la audiencia.
El Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) es el evento del idioma español más importante que se celebra en el mundo. La actividad, comenzó oficialmente, hoy, martes, con la presentación del programa oficial, el cual se extiende hasta este viernes, en el Centro de Convenciones de Puerto Rico, en San Juan. El sábado habrá otra serie de actividades relacionadas al evento que se llevarán a cabo en el teatro del Museo de San Juan, así como en el Teatro Tapia, ambos en el Viejo San Juan. 

sábado, 12 de marzo de 2016

La embajada letrada de Luis Rafael Sánchez

Luce López Baralt




La embajada letrada de Luis Rafael Sánchez

Luis Rafael tiene esa misma función aglutinadora para su país, solo que con creces. Hijo de una nación sin embajada y sin dignidad jurídica entre los países el mundo, nuestro escritor ha tenido que batirse solo valiéndose de un único respaldo: su prodigiosa letra viva. Con la sabiduría de quien viene de vuelta de todo, Luis Rafael me dijo un día: “no es lo mismo estampar en un libro una ciudad de origen como Barcelona, La Habana o Ciudad México: cuando reclamas a Puerto Rico bajo tu firma, te leen de otra manera”. Cuánta verdad conlleva su pragmatismo: nuestra indefinición--e indefensión--política nos invisibiliza y suele suscitar una atención distinta a la escritura que producimos. Un escritor puertorriqueño tiene que luchar más por ser leído en la medida exacta que corresponde a su talento. ¿Se imaginan a la Embajada de Estados Unidos promoviendo el Premio Cervantes o el Princesa de Asturias para Luis Rafael Sánchez? No lo pregunto retóricamente: los países suelen potenciar el reconocimiento a sus escritores justamente a través de sus embajadas: de ellas se beneficiaron Rubén Darío, Octavio Paz y Carlos Fuentes. Tantos otros.
La obra letrada de nuestro autor se ha constituido en embajada puertorriqueña no solo por una imperiosa necesidad histórica, sino por derecho propio. Sánchez ha logrado auscultar nuestra idiosincracia como pueblo y refractarla en un fulgurante espejo literario. Cuando leí En cuerpo de camisa allá en el Madrid de 1966, fue como si un rayo me explotara a los pies. Por vez primera leía una prosa en la que de súbito me reconocía como puertorriqueña, una prosa que había superado la sátira unidimensional para hermanarse compasivamente, sin juicios moralizantes inútiles, con los avatares más palpitantes de nuestra sociedad. Solo un auténtico maestro intuye de golpe los complejísimos entresijos que resumen una colectividad nacional. Luis Rafael forma parte del grupo de escritores elegidos que no solo protagonizan la literatura, sino la historia de la literatura. Como otrora en el azogue de sus páginas patrias, también me reconocí de golpe como hispanoamericana cuando me hundí, deslumbrada, en la edición princeps de los Cien años de soledad, que por cierto me había regalado Luis Rafael. Entendí que el colombiano había logrado el prodigio de resumir a toda Hispanoamérica en sus páginas geniales. No hay rincón nuestro que no se reclame como Macondo, de la misma manera que no hay puertorriqueño que no se reconozca en el relajo festivo de la China Hereje. O en la tragedia sin solución del niño hidrocéfalo que termina aplastado bajo las ruedas de un carro.
He acompañando por décadas la obra inusual de Luis Rafael. Me ganó para siempre la aurelola de piedad que baña los personajes de la Guaracha del Macho Camacho, una novela triste que se lee con alegría. Me cautivó asimismo la exploración autorreferencial de Quíntuples y la relampaguante “Estética de lo soez”. Oir esta pieza de los labios histriónicos del autor es un regalo del cielo. Con obras como éstas, escritas en puertorriqueño y celebradas por Carlos Fuentes y Hugo Gutiérrez Vega, Luis Rafael renovó nuestra prosa para siempre. Su lenguaje dúctil es el verdadero protagonista de sus más grandes textos: cada frase estalla como un aerolito que muestra sus entrañas encendidas. Cuando su prosa mágica accede a la gracia solo puedo compararla con las proezas poéticas de Palés Matos.
Una de las claves del genio de Luis Rafael es su risa, que hace escuela con el humor resbaloso de otros maestros antillanos. Es un humor irónico supremamente nuestro, que niega la jerarquía del orden y que en su gozoso relajamiento subvierte lo serio. En Cuba se llama “choteo” y aquí, “relajo” o guachafita. Nuestro relajo constituye una forma de liberación, pues la persona que tira a relajo las cosas graves queda protegida de excesivas tensiones internas. Cantinflas, con su derrame de palabras sin sentido, ejemplifica bien este peculiar humor a la defensiva. Jorge Mañach explora ambivalencia del relajo antillano, que se rebela contra la autoridad del sentimiento y actúa como descongestionador espiritual. En su dimensión de burla crónica –gran subterfugio de los oprimidos--, nos ha servido de válvula de escape para resistir presiones vitales demasiado gravosas. Nos irresponsabiliza, sí, pero también nos defiende y nos da fuerza para resistir.
En La fatal melodía del azar Sánchez advierte que el humor escamoteador es también instrumento de delación y muro de defensa necesaria de los desposeídos de otras armas para transformar la realidad. Refiriéndose a los fondos bajos de Cartagena de Indias, el novelista medita que se trata de una “Gente que invenciona una picaresca a camino intermedio entre la tragedia y la comedia. Como para resistir, como para no tocar fondo, como para ir tirando mientras el cuerpo aguante, como para sobrevivir, como para no cejar. Porque la cosa es acá y acá es el resuelve y a los golpes como del odio de Dios que enunciara el poeta se responde con los golpes como del odio del hombre. Con los que [...]se recupera la alegría desgarradora de estar vivos”.
Con esa misma alegría sapiencial y contagiosa, Luis Rafael Sánchez ha buceado en lo recóndito de nuestra idiosincracia colectiva y nos ha ayudado a comprendernos con más misericordia. Esa es su impagable embajada letrada, desde la que afirma ante el mundo que los puertorriqueños existimos. Que los puertorriqueños somos.
No es poco.

En abril de 2015,  se inauguró la Sala de Teatro Luis Rafael Sánchez en la Biblioteca de la UPR en Humacao. Sánchez en el centro.

viernes, 11 de marzo de 2016

Una legión de Quijotes desembarca en Puerto Rico

EFE10/03/2016 (23:13)
Mar Gonzalo
San Juan, 10 mar (EFE)

.- Una legión de 119 Quijotes llegaron hoy a Puerto Rico como "paradigmas del español" sobre el que versará el VII Congreso de la Lengua que se celebrará en San Juan la semana próxima, y como "una enseña de la libertad de elegir quién quiere ser uno mismo" que han adoptado cientos de culturas.

 De la mano de Instituto Cervantes y Acción Cultural Española, y acompañados de 24 carteles de películas y hasta de un largometraje, una amplia colección de todo tipo de ediciones del Quijote han desembarcado en el Museo de San Juan con el propósito de dar muestra de la importancia de esta obra literaria, que rivaliza con la Biblia como una de las más traducidas y que es el referente universal de la literatura en español.

 "El Quijote es la enseña de la liberad de elegir quién quiere ser uno mismo. Este mensaje ha calado en todas las culturas y eso lo ha transmitido nuestra lengua", defendió hoy la directora de Cultura del Instituto Cervantes, Beatriz Hernanz en la inauguración de la muestra en San Juan.

 Y es que desde la primera versión en inglés en 1612, la novela de Miguel de Cervantes ha fascinado a lenguas y culturas diversas, por lo que "ha sido traducida a infinidad de variedades lingüísticas en 400 años", explicó a Efe el comisario de la muestra, José Manuel Lucía Megías, catedrático de la Universidad Complutense de Madrid y reconocido experto cervantista.

 Esta exposición, que se podrá visitar hasta el 10 de junio, incluye libros que nunca antes había salido incluso de la red de 60 bibliotecas del Instituto Cervantes en todo el mundo, con versiones en 56 idiomas, e incluso una en braille.

 Según Hernanz, se trata de la primera vez que esta muestra sale de España, coincidiendo con el cuarto centenario de la muerte de Cervantes (1547-1616). En Puerto Rico inicia una gira que la llevará a Nueva York a partir del 21 de julio, a Chicago (1 de diciembre), Londres (13 de abril) y Rabat (4 de octubre).

 "Y qué mejor que empezar en Puerto Rico, una tierra donde los españoles nos encontramos con ese mágico mundo que es América", apuntó Hernanz, para quien el Quijote es "paradigma del español".

 En la muestra también se puede escuchar un mismo fragmento del Quijote en 300 idiomas, entre ellos bengalí, polaco, árabe, hindi, tagalo o turco; así como ver la película "El Quijote cabalga por el cine", de Javier Rioyo.

 Con todo ello se da fe de la gran variedad de culturas que han podido aprender de la mano del Quijote toda una serie de valores universales, transmitidos en unas páginas donde los personajes gozan de gran humanidad, algo extraño para los convencionalismos de la época, según destacó Hernanz.

 En su opinión, es una obra "llena de vida, que tiende puentes entre el místico y el pícaro con elegancia y manteniendo siempre el respeto a sus personajes" y que gracias a la labor de hispanistas y traductores ha llegado a gran parte de los rincones del mundo.

 De hecho, y según relató la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, durante la inauguración, precisamente el Quijote fue el primer libro que leyó su abuela, la primera mujer de la familia que supo leer y escribir.

 "Lo sacó de un zafacón (basura) de gente rica que lo había desechado", recordó emocionada la alcaldesa, quien detalló que está prevista la visita de alumnos casi una treintena de escuelas de la isla, donde "es necesaria la cultura, como bálsamo del alma".

 En ese sentido, el comisario explicó que esta muestra presta especial atención a los niños, que son los que en un futuro podrá "completar el número de variedades lingüísticas a las que se puede seguir traduciendo el Quijote".

 "Conocemos 146 variedades lingüísticas a las que se ha traducido, pero todavía quedan muchas, y ésta puede ser una gran introducción para los niños", dijo a Efe Lucía Megías, quien insistió en que "hay que leer más literatura", porque "es fundamental en la educación".

 Además, a través del Quijote, "aprendemos a ser mejores personas, como le ocurrió a Alonso Quijano", aunque el texto pueda resultar complicado para los niños.

 "El Quijote tiene muchas capas de lectura. No nos podemos empeñar en que los niños lo entiendan todo a la primera. A un niño, y a todos, nos gusta que nos cuenten historias, aventuras. Podemos empezar con esa capa", explicó, "para luego profundizar en la visión del mundo y valores que ofrece" esta obra maestra.

 Así, "el niño puede entender que la literatura no son sólo datos, también son valores que nos ofrecen los héroes como El Quijote, Sancho Panza, y en definitiva todo aquel que es coherente con lo que piensa y quiere que su mundo sea lo suficientemente bueno como para que englobe también al mundo de los demás".

EFE mgl/cd

miércoles, 9 de marzo de 2016

Asamblea General del Centro Cultural

8 de marzo de 2016




COMUNICADO DE PRENSA


La Junta de Directores del Centro Cultural Dra. Antonia Sáez de Humacao le invita a la Asamblea reglamentaria donde se elegirá una nueva Junta. La reunión se llevara acabo el jueves, 31 de marzo de 2016  a partir de las 5:30 pm en el Centro de Arte Ángel “Lito” Peña.
La nueva Junta de Directores dará continuidad a los trabajos del quehacer cultural de Humacao. Durante la misma se presentaran los informes reglamentarios.

Invitamos a los amigos y amigas de Humacao a participar activamente durante las deliberaciones de la Asamblea y nominar candidatos para la nueva directiva. Además,  pueden formar parte de las distintas Comisiones de trabajo del Centro. La ocasión es oportuna para que dediques un poco de tu tiempo  para mantener y fortalecer las actividades culturales que nos distingue como pueblo.

 Al finalizar la Asamblea, habrá oportunidad para confraternizar y disfrutar de refrigerios. Deseamos contar con su presencia y poder saludarle esta noche.  Para más información nos pueden llamar al (787) 209-8250 y al

(787)-637-0599.