miércoles, 13 de julio de 2022

Los Centros Culturales del Instituto de Cultura Puertorriqueña: política y promoción cultural desde los pueblos (1955-1968)

 Los Centros Culturales del Instituto de Cultura Puertorriqueña:

política y promoción cultural desde los pueblos (1955-1968)


Por: Wilma Noemí Vázquez Santana


Descripción: El artículo muestra una perspectiva panorámica de la disertación doctoral realizada

para el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe, presentada en dicha Institución

en mayo de 2019. Su contenido expone, a grandes rasgos, los hallazgos que serán recogidos en

una futura publicación.


Establecido bajo la gobernación de Luis Muñoz Marín, el Instituto de Cultura

Puertorriqueña, dirigido por el antropólogo Ricardo Alegría, se encaminó a “contribuir a

conservar, promover, enriquecer y divulgar los valores culturales del pueblo de Puerto Rico”

(Ley Núm. 89. 21 de junio de 1955), lo que se lograría “mediante el estudio y la investigación

del haber histórico en sus múltiples facetas; el estímulo de la obra creadora en sus

manifestaciones cultas, populares y folclóricas; y el quehacer constante, orientado a divulgar,

respetar y enriquecer el legado cultural de Puerto Rico” (Hernández y Alegría 153-254). Para

cumplir con tal encomienda, el ICP creó el Programa de Promoción Cultural para los Pueblos y

con ello, se instituyeron los Centros Culturales en cada Municipio de la Isla.

El estudio sobre el quehacer cultural desarrollado por estas organizaciones comunales en

cada pueblo de la Isla es uno escaso. Entendemos que la investigación sobre el desarrollo cultural

de los pueblos es uno necesario e importante porque aporta al conocimiento del desarrollo

cultural, a las variantes culturales a través del tiempo y la gestión de la sociedad para lograr el

reconocimiento y la reafirmación de su identidad nacional. En la historiografía puertorriqueña

nos encontramos con estudios críticos sobre las políticas culturales surgidas durante la

gobernación de Luis Muñoz Marín para la creación del Instituto de Cultura Puertorriqueña y


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sobre la labor cultural de la Entidad, pero es insuficiente la investigación documentada que

presenta una vinculación concreta y directa con los Centros Culturales.

En mi disertación doctoral, en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el

Caribe, desarrollé un trabajo investigativo titulado “El Instituto de Cultura Puertorriqueña y las

políticas culturales muñocista, el caso de los Centros Culturales, 1955-1968”. El estudio

destaca el significado del trabajo cultural desarrollado por los Centros Culturales adscritos al

Instituto de Cultura Puertorriqueña en la reafirmación, valoración y desarrollo de la cultura

puertorriqueña. Según la tesis planteada, los Centros Culturales figuraron como los medios que

utilizó el ICP para ejecutar la política de Muñoz dirigida a desarrollar la “valoración” cultural.

Estos funcionaron como mecanismos ideológicos que ejecutaron la promoción del proyecto

cultural ideado por el Estado muñocista. Las actividades desarrolladas propiciaron encausar los

objetivos culturales propuestos. Como resultado de las políticas culturales del Estado, se logró el

fortalecimiento de la identidad cultural del puertorriqueño diferenciada de la estadounidense.

El aporte historiográfico de esta investigación plantea categóricamente el alcance de la

labor cultural que desarrollaron estas entidades durante el periodo establecido. De igual forma

analiza e interpreta su proceso evolutivo y las implicaciones en la reafirmación y el

reconocimiento de la identidad nacional puertorriqueña.

Durante el periodo delimitado la legislación cultural muñocista logró desarrollar y

organizar la política cultural para Puerto Rico utilizando como enlace al Instituto y los Centros

Culturales. Bajo el gobierno dirigido por Luis Muñoz Marín se logró la institucionalización de la

cultura puertorriqueña basada en lo que diversos estudiosos del tema han denominado

nacionalismo cultural arraigado en la construcción de un imaginario particular de identidad

nacional. A través de este aporte historiográfico se presenta la relación entre el Instituto de


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Cultura Puertorriqueña y los Centros Culturales como los medios utilizados por el Estado para

promocionar, fomentar y valorar la cultura puertorriqueña.

Entre los hallazgos que nutren esta minuciosa investigación se presenta el trasfondo

histórico que sirve como génesis para establecimiento de la legislación cultural que propicia el

surgimiento del Instituto de Cultura Puertorriqueña y la fundación de Centros Culturales en los

municipios de la Isla. A partir de la invasión estadounidense, comenzó un proceso de asimilación

político-cultural que afectó la población puertorriqueña y a las instituciones gubernamentales, así

como a diversos ámbitos de la sociedad; lo que desarrolló una resistencia a la americanización y

al sistema político existente. Dentro del contexto histórico que acontece y caracteriza a Puerto

Rico, los proyectos (Manos a la Obra, Estado Libre Asociado y Operación Serenidad),

instituidos por Luis Muñoz Marín, influyeron directamente en los cambios políticos sociales,

económicos y culturales del País. Bajo su mandato comenzó a institucionarse la política cultural

del Estado basada en la identidad puertorriqueña como mecanismo de cohesión sociopolítica.

Además, es en esa forja institucional que se originó el ICP, cuerpo cultural que, junto con la

labor desarrollada por los gestores de los primeros centros culturales, resultaron los medios

idóneos para la edificación del ideario muñocista encaminado a la reafirmación cultural

puertorriqueña.

De igual forma, se identificaron los conceptos para el análisis interpretativo del estudio

tomando en consideración la particularidad de la relación política de Puerto Rico con los Estados

Unidos de Norteamérica y las posturas filosóficas de dos modelos teóricos: los estudios

culturales y la microhistoria. La combinación de ambos enfoques teóricos y metodológicos

sustentan las propuestas historiográficas. Esta metodología propicia auscultar cómo el Estado

muñocista creó una ideología nacional utilizando la institucionalidad, lo que contribuyó a


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legitimar su poder y continuar con el proyecto político, social y económico programado. Para el

logro de los objetivos políticos, durante el periodo que comprende los años 1955 al 1968, se

desarrolló un nacionalismo cultural arraigado en la identidad del puertorriqueño, y fueron los

Centros Culturales los medios para la promoción, el fomento y la reafirmación de la cultura

puertorriqueña.

Otro de los puntos destacados gira entorno a los antecedentes históricos que dieron paso a

la legislación y a la fundación del orden social que organizó los asuntos culturales de la sociedad

puertorriqueña. De igual forma se presentan las consideraciones teóricas que dirigieron el

análisis y la interpretación del significado de la implementación de dichas políticas culturales. La

política cultural desarrollada por Luis Muñoz Marín durante su gobierno responde a los cambios

en el Estado Moderno en América Latina y el mundo. Durante ese momento histórico se crearon

las organizaciones internacionales para el estudio y fomento de los asuntos culturales. Entre

estas: la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y su organismo auxiliar, la Organización

de las Naciones Unidas para la Educación, Ciencias y la Cultura (UNESCO). Esto, unido a la

inestabilidad en todos los órdenes sociales en la Isla, fue determinante para la toma de decisiones

políticas culturales. Durante el periodo gubernamental, Muñoz utiliza la cultura como elemento

unificador con el propósito de reforzar la estructura política gubernamental. Creó un aparato

legislativo que logró la institucionalidad de la cultura mediante el establecimiento de dos

principales instituciones socio-culturales: La División de Educación de la Comunidad y el

Instituto de Cultura Puertorriqueña. Con esta propuesta aseguró la existencia de una identidad

nacional cultural en ausencia de una situación política definida. Queda evidenciado que el Estado

gestó, organizó, patentizó, administró y promocionó la cultura oficial.


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El interés por desarrollar el modelo cultural establecido por el Estado muñocista, no

hubiese proliferado sin el empuje de los Centros Culturales de cada municipio; es decir, los

líderes comunitarios abrazan la idea y la colocan al alcance de los sectores populares,

promoviendo así su implementación. De igual forma se desprende que la atención y el

seguimiento dado por la Agencia a los asuntos culturales y el interés de la ciudadanía en el

fomento cultural en sus respectivas localidades, logró un incremento en el establecimiento de los

Centros Culturales en los municipios de la Isla. La organización establecida entre el ICP y el

Programa de Promoción Cultural para los Pueblos, muestra la intervención cultural directa desde

la Entidad central hacia los Centros Culturales de cada municipio de la Isla. De este modo, las

políticas culturales promulgadas y establecidas por el Estado muñocista, se hicieron presentes en

la formación cultural propuesta para la sociedad puertorriqueña. Además, la investigación revela

que, en los años 1967 y 1968, fecha en que concluye este estudio, no se establecieron Centros

Culturales debido a que los organismos culturales no constituyeron prioridades dentro del plan

de trabajo gubernamental diseñado para mantenerse en el poder político.

Finalmente, se logró identificar una muestra de los primeros Centros Culturales que se

establecieron durante el periodo que comprende esta investigación, tomando en consideración las

diferentes zonas geográficas en las que se divide la Isla. Estos son: en la zona central: Comerio;

en el este, Humacao; en el oeste, Mayagüez; en el norte, Vega Alta y en el sur, Ponce y Yauco.

Las gestiones culturales realizadas por los servidores de la cultura que dirigían estos Centros

Culturales son un ejemplo del acontecer cultural que se desarrolló en Puerto Rico durante el

periodo estudiado. Con su quehacer cultural se alcanzó la organización de la cultura

puertorriqueña; lo que a su vez logró afianzar la permanencia de la personalidad como pueblo a

través del tiempo. El voluntariado que laboró en cada uno de ellos contribuyó significativamente


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a la reafirmación de la identidad y al desarrollo cultural de Puerto Rico. La influencia ejercida

por la Entidad en esos aspectos, permitió rescatar, valorar y definir la cultura puertorriqueña. De

igual manera, con las actividades culturales desarrolladas, dirigidas a conservar, enriquecer,

divulgar y promover los valores culturales del pueblo, se logró instaurar un nacionalismo de tipo

cultural arraigado en la identidad puertorriqueña. Como resultado, se alcanzó la reafirmación del

ser puertorriqueño. Si se repasan cualitativa y cuánticamente las actividades desarrolladas por

dichos Centros Culturales adscritos al Instituto de Cultura Puertorriqueña, es innegable la

conclusión de que estos organismos culturales han realizado una contribución importante en la

permanencia de la identidad puertorriqueña.

El Instituto de Cultura Puertorriqueña y los Centros Culturales son instituciones

establecidas bajo el gobierno dirigido por Luis Muñoz Marín que, con su quehacer cultural

durante los años 1955 al 1968, lograron la reafirmación y el reconocimiento de la identidad

nacional puertorriqueña. Bajo el gobierno dirigido por Muñoz Marín y su legislación cultural, se

logró desarrollar y organizar la política cultural de Puerto Rico. La implementación de la política

cultural, junto al quehacer cultural desarrollado por los Centros Culturales, permitió el

establecimiento del orden social que organizó los asuntos culturales de la sociedad

puertorriqueña. Dentro de la particularidad política de Puerto Rico, unida a las circunstancias

históricas que acontecieron durante el periodo que comprende la hegemonía muñocista (1948-

1964), la cultura fue utilizada por la administración gubernamental del Partido Popular

Democrático, como enlace para lograr los objetivos programados por el Estado.

En el periodo estudiado, el Instituto de Cultura Puertorriqueña utilizó a los Centros

Culturales como medios para patrocinar la política pública muñocista dirigida a desarrollar en el

puertorriqueño la valoración cultural. Estos funcionaron como mecanismos ideológicos que


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fomentaron la promoción del proyecto cultural. Los mismos se fueron estableciendo en los

pueblos de la Isla para canalizar la iniciativa cultural del gobierno. Las actividades desarrolladas

permitieron encauzar los objetivos culturales propuestos. Como resultado de las políticas

culturales del Estado, se logró una homogenización cultural que resultó en el fortalecimiento de

la identidad cultural del puertorriqueño diferenciada de la estadounidense.

En el estudio y análisis interpretativo, encontramos ciertas particularidades que merecen

atención para satisfacer las necesidades de las futuras investigaciones. En primer lugar, la

documentación que se encuentra en el Archivo General de Puerto Rico solo está disponible de

los primeros ocho años: desde el establecimiento del ICP (1955), hasta el año 1963. Los demás

años se encuentran en un proceso de ordenación y descripción por subseries que no ha

finalizado; en segundo lugar, la ausencia de las sedes para albergar los Centros Culturales

provocó que la documentación, el material y el trabajo realizado por los gestores culturales de

cada pueblo, quedara dispersa en las oficinas de los diferentes presidentes que ha tenido el

Centro, solo pudimos encontrar una parte de los documentos que demuestra el trabajo cultural

desarrollado. Aun así, los registros auscultados contribuyeron a forjar una visión general del

acontecer cultural en los pueblos de la Isla dentro del periodo que enmarca esta investigación.

Esta disertación doctoral deja la puerta abierta a una diversidad de posibles estudios

culturales en Puerto Rico. A través de la investigación sale a relucir que existen diversas líneas

de investigación que no fueron abordadas en detalles, porque rebasan los límites de los objetivos

propuestos. Entre ellas: la intervención política en el desarrollo del quehacer cultural de los

Centros Culturales y la asignación de fondos legislativos para la construcción de sedes para los

Centros Culturales. Investigaciones alrededor de estos puntos permitirán entender las


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continuidades y discontinuidades que se presentan en el desarrollo de los procesos políticos,

económicos y socio-culturales en Puerto Rico.

Sin lugar a dudas todavía queda mucha tarea por descubrir y aportar a la historiografía de

Puerto Rico en cuanto a la historia contemporánea se refiere. Son diversos los aspectos que

esperan por ser atendidos para continuar documentando el acervo histórico-cultural de la Isla.

Este documento historiográfico servirá de materia prima para que futuras investigaciones logren

desmantelar las complejas políticas culturales fomentadas por el Estado muñocista. Estos

estudios darán origen a diversos hallazgos que ampliarán los conocimientos para hurgar en el

pasado, comprender críticamente el presente y atisbar el desarrollo cultural de Puerto Rico en la

coyuntura histórica del siglo XXI.


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Bibliografía:


Alegría Ricardo E. El Instituto de Cultura Puertorriqueña: los primeros cinco años (1955-

1960). San Juan: Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1950.

Hernández, Carmen Dolores. Ricardo Alegría: una vida. San Juan: Editorial

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