jueves, 3 de diciembre de 2020

Celebrando los 227 años de la fundación de Humacao

 

Félix Báez Neris
Catedrático jubilado de la UPRH

Humacao es un pueblo de plaza y mercado y de iglesia, y de cielo,
de unos anchos silencios de sol y de unas pensativas
(y dulces noches doncellas….
Dr. Cesáreo Rosa-Nieves


Dibujo de Augusto Pleé, Centro Urbano de Humacao en 1828


Dos siglos y veintisiete años de historia y lucha del pueblo de Humacao nos invitan a reflexionar a la altura de los tiempos. Un pueblo que tiene una rica historia fundacional de su población taína. El Cacique Jumacao  líder de gran poder en todo el litoral oriental. Luchó hasta su muerte por defender a su gente contra la invasión de los españoles.  Mabú (Juan de Humacao) fue capturado siendo muy joven por los españoles. Aprendió a leer y a escribir. Le escribió una carta al Rey de España pidiendo que se respete su linaje y demandó con éxito su liberación.

En el 1721 llegaron aproximadamente unas 40 familias canarias y establecieron el poblado de San Luis del Príncipe de la Ribera del Jumacao. (Abreu 1989).  Ese fue el primer intento de formar una comunidad que le diera cierto carácter urbano. El historiador Fray Iñigo Abbad y Lasierra en el 1770, señala lo siguiente; “En la ribera del río, a una legua distante del mar, está la iglesia de Humacao, que es ayuda de parroquia, junto a la cual se ven las ruinas de un pueblo, que quizá demolerían Los Caribes  o Los Piratas”.  En este territorio se coge tabaco, café, arroz, algodón, maíz y demás frutos de la, Isla, aunque en corta cantidad, porque la indolencia de los colonos se inclina más a la cría de ganados, por el ningún trabajo ni costo que les trae”. (Abbad y Lasierra, Fray Iñigo, 1996).

El historiador Cruz Ortiz Cuadra señala lo siguiente en torno al lugar de origen del pueblo “Es posible que el perímetro original fuera abandonado en el transcurso del siglo XVIII por disputas sobre colindancias entre los propios fundadores, y por discrepancias entre éstos y los dueños de los extensos hatos de ganado. Todo apunta a que los fundadores originales, con sus descendientes y sus esclavos, se dispersaron por el territorio y fundaron "estancias", es decir, fincas que les rendían frutos para la sobrevivencia y para negociar en el mercado regional y en el contrabando”.  (Ortiz Cuadra: 1994).

De manera que durante buena parte del siglo XVIII, los residentes de Humacao se encontraban dispersos por el litoral. Se dedicaban a  cultivo de la caña de azúcar y a la ganadería. Los colonos contaban con un número considerable de esclavos para las tareas agrícolas y domésticas.

Los pobladores del territorio de Humacao reciben finalmente el título (fundación)  de pueblo el 2 de diciembre de 1793. La iglesia se declara parroquia Dulce Nombre de Jesús y se conforma el espacio urbano delineado por apenas unas cuantas calles. Se entiende que se mantiene los delineamientos originales de 1722.

Surgió un pueblo que se levantó con entusiasmo tejiendo una rica historia social, cultural y política que hoy contemplamos en el tiempo. Corresponde a nosotros examinarla, estudiarla y valorarla con el significado e importancia que merece.


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