A la
memoria del noble humacaeño Nicolás Agosto de León
Hacia el año 1980 yo transitaba la calle aledaña al parque de bomba camino a mi trabajo. Durante mi ruta en la ajetreada mañana me topaba con la figura pequeña y alegre que saludaba a todo aquel que le pasaba por el lado. Sorpresivamente no aceptaba el pon que le ofrecían, él prefería caminar. Me saltó la curiosidad por conocer aquella figura tan querida por la comunidad. Me decidí a indagar sobre él. A pregunta mía, alguien me ofreció algunos detalles de su vida, como su vocación patriótica y humana. Me alegré con la información que me proveyeron.
Al paso del tiempo se establece en la Biblioteca de la Universidad de Puerto Rico en Humacao el Centro de Documentación Obrera Santiago Iglesias Pantín. Comencé a indagar sobre las figuras que se destacaron en Humacao en la causa social y política. Me topé con el capítulo de los cadetes de la república del Partido Nacionalista en Humacao. Ese selecto grupo de espíritu libre los llama mi amigo Santiago Maunez estaba compuesto por hombres y mujeres hechos de una sola pieza. Figuras como Félix Feliciano Morales, Águedo Mojica, Felipe Sánchez, Andrés Cepeda, Pedro Olmeda, Daniel Hernández y Nicolás Agosto, entre otros. Este grupo sufrió persecución, asecho y prisión, por la sencilla causa de defender sus principios y creencias políticas.
¿Quién fue don Nicolás Agosto? Nació en Humacao el 19 de septiembre de 1910. Fueron sus padres Ricardo Agosto, un humilde quincallero y su querida madre, doña Fernanda. Se crió en el sector humilde de Trujillo. Nunca olvido su estirpe de procedencia humilde. De muy joven abrazó la causa de la independencia; perteneció al selecto grupo de los cadetes de la república, como les mencioné. Se casó con doña Juana Álvarez. Construyeron su hogar en el selecto sector del Caserío Roig que se fundó para la época del 1938. La comunidad se privilegió de familias distinguidas. Luego se construyó la Extensión Roig, cuna de excelentes deportistas y mejores ciudadanos. El hogar del matrimonio Agosto Álvarez procreó cuatro hijos. Dr. Juan Ramón casado con Luz Marina Fajardo, Yungo casado con Pawi, Rafia y Milagros casada con Fervando Echendia. Sus hermanos lo fueron Gregorio, Rafael, Guadalupe, Vitico y Aida. A su familia se suma Quiro, hermana de su esposa. Sus hijos lo dotaron de muchos nietos y biznietos los cuales se privilegiaron de su ternura. De hecho, en la despedida del duelo su cuarto nieto que lleva su nombre Nicolás, nos dejó impresionados con sus palabras que brotaron de lo profundo del alma testimoniando su afecto y cariño por su adorado abuelo. Aparte de sus hijos biológicos, dio amparo y cariño junto a su adorada esposa a más de quince hijos de la comunidad.
A estos le sumamos
los ahijados y sobrinos que llenaban la casa buscando de su ternura. Los desamparados también encontraban abrigo en
su sagrado hogar. Contaba con unas habitaciones extras para tan humanitarias causas.
En la casa de Nicolás el pueblo necesitado recibió abrigo, techo y alimento. De
hecho, el amigo Kike Torres recuerda con mucho cariño los suculentos sándwiches
con los cuales se deleitaba en casa de don Nicolás. Otros amigos como Serpi
Rodríguez nos señalaba lo siguiente: en
casa de don Nicolás fue que aprendimos a comer bueno.
Con su acostumbrada
elocuencia el amigo Gilberto Rivera Ortiz nos recreó en la despedida de duelo
la manera en que la comunidad de Extensión Roig y todo Humacao disfrutaba del Día
de Reyes en casa de don Agosto. Todos los seis de enero por más de cincuenta
años don Nicolás cumplía con la promesa de Reyes. Obsequiaba con un juguete a
los niños pobres de la comunidad, es decir a medio pueblo. Son muchas las generaciones
presentes que fueron a buscar su regalo ese día especial. Hoy atesoran en sus
recuerdos la ilusión mágica de esa añorada infancia. Estos buenos amigos, no
olvidaran jamás aquella figura que destilaba
ternura y cariño en ese gesto noble. Así don Nicolás cumplió con su apostolado humanitario de atender las ilusiones y
necesidades de la grey infantil humacaeña. Dispuso del tiempo, del ánimo y la
esperanza para hacer realidad el sueño de los niños pobres. Se dedicó en alma,
vida y corazón para que cada niño tuviera su apreciado juguete en ese día tan
especial. Ese es uno de los actos de mayor desprendimiento y gentileza
patriótica escrita en las páginas de nuestra historia de pueblo.
Señores, ¿acaso han
conocido ustedes caso de desprendimiento más noble que éste? Como les mencioné
don Nicolás fue un hombre hecho de una sola pieza. La
sinceridad de sus palabras era obvia y su generosidad desbordante. Por eso
inspiró la hermosa carta de su nieta Carmen
M. Acevedo que para ese entonces contaba con apenas 10 años. El texto que
tuvimos la oportunidad de apreciar
destila una sensibilidad exquisita y señala a don Nicolás Agosto como su
héroe. Su amor por los demás era parte propia de su don de gente. También lo
era su conciencia de patriota y del orgullo de su origen. Si bien es cierto que
don Nicolás pudo haber comprado una residencia en cualquiera de las nuevas
urbanizaciones que se levantaron alrededor del pueblo, nunca abandonó su adorado vecindario que tanto
amó. Su valiosa contribución está escrita con nobles letras en los anales de la
historia de este pueblo.
Con el paso del tiempo comencé a echarlo de menos en su ruta camino al pueblo por su senda acostumbrada. Ya sus fuerzas físicas minaron su travesía rutinaria. Murió el pasado 17 de julio de 2007.
Con el paso del tiempo comencé a echarlo de menos en su ruta camino al pueblo por su senda acostumbrada. Ya sus fuerzas físicas minaron su travesía rutinaria. Murió el pasado 17 de julio de 2007.
Hoy se hace
imperioso redoblar el esfuerzo del amigo Kike Torres para que se designe la
calle que cruza la Extensión Roig con el noble nombre del ciudadano ejemplar
Nicolás Agosto de León. De esta manera honraremos su memoria para siempre.
22
de julio de 2007
Humacao, Puerto Rico
Humacao, Puerto Rico
Por.
Prof. Félix Báez Neris
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