Al
cielo el pentagrama musical de Manuel Maneco Velázquez de León.
Esta tierra que amo tanto
Madre patria tierra mía
le abrió los ojos un día
y se alegró con su llanto.
Fragmento modificado de una canción de
Mario Enrique
Velázquez
Un 16 de junio de 1926
la tenue brisa se coló por la ventana hasta donde se encontraba un bebé reciennacido en el barrio
Buena Vista de Humacao. A éste bebé lo llamaron Maneco. El humilde
hogar de la familia de doña
Venancia de León y don Simón Velázquez se llenó con el llanto de su adorado
hijo. Esa brisa enviada por Santa Cecilia se coló por el oído de Maneco
dotándolo de una sensibilidad especial para la creatividad y la improvisación
musical.
Por
esas razones, Maneco demostró su innato talento en cuanta actividad se realizó
en sus años formativos en las escuelas de Humacao. El instrumento del cuatro
parecía estar adherido a sus virtuosas manos. Se graduó de cuarto año en su
escuela superior en el 1945. Este recinto lleva hoy el nombre del ilustre
maestro Juan Peña Reyes.
El amigo Santiago Maunez quien preparó una hermosa
semblanza de Maneco, la cual utilizo en
buena parte para compartirla con ustedes, me facilitó además unas ilustrativas
fotos. Una de las fotos nos muestra a Maneco en años mozos con el septeto La
Playa. Con sus melodiosas interpretaciones musicales se ganó el corazón de la joven Isabel López
Hernández con quien contrajo matrimonio en el 1948; producto
de su amor nació su hijo Raymond. Para
sostener su hogar Maneco trabajo en las fábricas de Humacao de la época.
Dejando las
ondas del mar de Buena Vista fue a Nueva York a cantar. Y como nos dice la canción: Boricua en la luna abrigó la esperanza de volver. Vivió la diáspora
puertorriqueña en territorio del norte. Como
bien nos lo describe Maunez:
Allí trabajó, como la gran
mayoría de los boricuas que llegaron a esa metrópolis, en una “factoría”, pero
sin olvidar sus instrumentos preferidos que eran los de cuerda como el cuatro y
la guitarra. Mediante “arreglos y componendas” que nuestra sociedad le exige a
los menos afortunados económicamente, logró ingresar a la Unión de Músicos,
requisito indispensable para poder sobrevivir en ese ambiente artístico,
relacionándose con artistas como Yomo Toro, Claudio Ferrer, él trompetista
humacaeño Miguel (Purucio) Carrillo, el celebre cuatrista Nieves Quintero, la
cantante conocida como La Calandria y muchos más.
Luego
de haber escrito sus páginas musicales en la Ciudad de Nueva York regresa a su
patria un 3 de marzo en el año 1970. No debemos olvidar que Maneco pertenece a
ese selecto grupo de músicos de cuerdas que prestigia la historia musical de
Humacao. Máximo Torres, Ola Martínez, Israel Berríos Castro,
Edgardo Delgado, por sólo mencionar algunos.
Nuevamente
nos recuerda Maunez: grabó discos con la
compañía Ansonia de Rafael Pérez y ganando merecidos premios por sus
ejecutorias como artista del cuatro puertorriqueño, el tres cubano y otros
instrumentos de cuerda. Entre otras labores musicales participó en el programa
Borinquen Canta con Joaquín Moulier por unos diez años bajo los auspicios de
don Tommy Muñiz, donde también participó Lito Peña con su Orquesta Panamericana
y Tito Lara. Acompañó al “inquieto anacobero”, Daniel Santos y a la humacaeña
Lucy Fabery en Bellas Artes de San Juan. También acompañó a Quique y Tomás en
las grabaciones que realizaron. Puede decirse que Manuel (Maneco) Velázquez ha
acompañado a casi todos los grandes cantantes de Puerto Rico.
Uno
de su más aventajado discípulo, Edgardo
Delgado nos señala; ¨Manuel Velázquez es conocido y respetado como uno de los
músicos de cuerda más impresionante y versátiles de Puerto Rico. No empece a la variedad de instrumentos que dominó fue,
sin embargo, en la guitarra donde
realizó su mayor aportación a nuestro pentagrama musical. El maestro
Maneco es creador de un estilo de
acompañamiento que conjuga la precisión rítmica y armónica con una
ornamentación florida de corte contrapuntístico en los bajos que ha sido seguida por los
principales guitarristas acompañantes de esta generación, en la que se mantiene
viva su herencia.¨
Maneco
se vio precisado a trabajar en el Departamento de Obras Públicas de Puerto Rico
de donde se pensionó por problemas de salud. Resulta muy triste desde la
perspectiva musical que un baluarte del arte de las cuerdas tan valioso no disfrutó
de la oportunidad de emplearse a tiempo completo al desarrollo de su arte. No empece a ese hecho Maneco continuó regalándolo
su arte musical hasta sus últimos días.
El
pueblo de Humacao le rindió merecidísimos homenajes a Maneco. En abril de 1996 se
dieron cita nuevos y viejos amigos, compañeros de trabajo, artistas reconocidos,
como el guitarrista y concertista clásico Lcdo. Federico A. Cordero, Máximo
Torres, Tito Rojas, Johnny Goycuria, Ignacio Caraballo, Pablo Paredes y su
grupo, el Trío Los Monarcas y el Trío Los Orientales. El guitarrista Federico
A. Cordero, cautivó al público con su guitarra clásica y el gran Maneco le
acompañó con su guitarra en varios números. El joven cuatrista humacaeño
Emmanuel Castro se ganó las simpatías del público con sus hermosas
interpretaciones musicales.
La edición del año 2006 del Festival Santa Cecilia
se la dedicamos a Maneco junto a otras personalidades humacaeñas. En aquella
ocasión no pudo asistir a la tarima pero nos escuchó desde la habitación del aledaño
hospital. La semana pasada me dirigí silencioso a la sala de intensivo del
Hospital Domínguez. Saludé a su esposa Isabelita
y su cuñado. Le pedí que me concediera la gentileza de poder saludar brevemente
a Maneco. Pasé a su habitación y lo observé muy delicado y grave. Le hablé firme para animarlo. Le tomé sus
virtuosas manos y acaricié su respetable frente pidiéndole a Dios que cuidara
de él. Cuando le di el saludo de parte de Marianito Rodríguez y Edgardo Delgado asintió con sus ojos y apretó
tenuemente mis manos dibujándose en su rostro una expresión de
gratitud.
El viernes 27 de julio 2007 el amigo Santiago
Maunez me anunció que se cerró el pentagrama musical del ilustre humacaeño
Manuel Maneco Velázquez.
Un
aplauso para el maestro….
28 de
julio de 2007
Humacao,
Puerto Rico
Prof.
Félix Báez Neris
No hay comentarios:
Publicar un comentario