Al entrañable amigo
Edgardo “Gardi” Fontánez
Edgardo “Gardi” Fontánez
Qué despedida tan efímera
te marchaste a toda prisa
–con el boleto apretado
y la maleta llena–
los recuerdos brotan
de tu afable personalidad
germina con la espontánea sonrisa
que vuela con el aliento
mezclándose con viento nostálgico
que intuye tu noble ser
lo más preciado
la amistad imperecedera
que divaga
por la Casa Alcaldía
o por Villa Universitaria
o por la calles de tu querido Humacao
marcando tus pasos y abrazos
con tus brazos amigables
que se convierten en alas
que te posibilitan alejarte
por los caminos de la infinidad
con el sol de Oriente
cálido y brillante
pintando la pandura
confundiéndose con el mar
en la distancia donde se juntan
como soles tu recuerdo.
te marchaste a toda prisa
–con el boleto apretado
y la maleta llena–
los recuerdos brotan
de tu afable personalidad
germina con la espontánea sonrisa
que vuela con el aliento
mezclándose con viento nostálgico
que intuye tu noble ser
lo más preciado
la amistad imperecedera
que divaga
por la Casa Alcaldía
o por Villa Universitaria
o por la calles de tu querido Humacao
marcando tus pasos y abrazos
con tus brazos amigables
que se convierten en alas
que te posibilitan alejarte
por los caminos de la infinidad
con el sol de Oriente
cálido y brillante
pintando la pandura
confundiéndose con el mar
en la distancia donde se juntan
como soles tu recuerdo.
Tu amigo
Félix Báez Neris
3 de noviembre 2012
Humacao, Puerto Rico
Humacao, Puerto Rico
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