viernes, 29 de enero de 2021

Juan Vicente Rafael Rivera Viera. Padre Rivera (1884-1953)

 

Juan Vicente Rafael Rivera Viera.  Padre Rivera (1884-1953)

                                                                                                Félix Báez Neris
                                                                                                Profesor jubilado de la URPH




Epitafio
 “Yo quiero cuando me muera
 en esta tierra de luz
 que en mi fosa esté mi cruz
 sujetando mi bandera”
 José Martí


Juan Vicente Rafael Rivera Viera, nació en Yauco, Puerto Rico, el 27 de enero de 1884. Lle0gó a Humacao en el 1922 para convertirse en el iluminador de nuestro pensamiento cultural. Llegó desde Río Grande después de cerrar los ojos al poeta José P.H. Hernández.

Sacerdote, periodista, ensayista, prosista, humanista y conversador ameno. Tenía una personalidad atrayente y se confundió con el pueblo convirtiéndose en su guía espiritual.

El Padre Rivera comenzó con la publicación del Almanaque de Humacao en el 1924 y continuó este proyecto hasta su muerte.  Recoge en sus páginas el acontecer cotidiano del pueblo así como los poemas de Cruz Ortiz Stella, Flor Gerena, Rosa Nieves, Díaz Mesón, Marina Molina y desde luego los suyos.

En el 1924 publicó sus libros Cármina Sacra y Cármina Amaritúdines.   La escritora Carmelina Vizcarrondo nos dice sobre  Carmina Sacra lo siguiente: “Poesía de pureza sagrada, sabiduría de divina de enseñanza, canto puro que va a Dios” 

Por su parte, Rafael Martínez Álvarez añade  “es un gigante corazón que habla, que canta, que llora y ríe y nos habla del alma” y de Carmina Amaritudinis añade  “recoge el sentimiento poético, melancólico del hijo huérfano frente al tema de la muerte”.                                                                                                                   

El entrañable amigo Salvador Abreu Vega nos recuerda que a su llegada el Padre Rivera  “Se inicia la tertulia en la plaza de recreo. Acuden allí personas de todas las edades y condición social e intelectual para disfrutar de la amena conversación y profunda sabiduría del recién llegado docto especialmente en las urgencias del hombre común. Se habla a de problemas personales, económicos, sociales, políticos y espirituales. Pero el campo predilecto y en el cual parecía ahondarse su emoción era el tratar sobre literatura y en especial el campo poético. La tertulia pasó a ser como una especie de desahogo, como una brisa fresca en el erial de aquel tiempo en que la radio era escasa y no se conocía la televisión”.

El Dr. José Ferrer Canales, que se inició como maestro en la Escuela Superior de Humacao señala sobre el Padre Rivera lo siguiente: "Lo primero que impresiona en el Reverendo Padre Juan Rivera Viera es la vastedad de su cultura, su saber enciclopédico, su visión ecuménica. El daría la imagen para salvar al hombre de la crisis de hoy, al hombre en progresivo proceso de desintegración. Más de una vez se ha proclamado la necesidad de retornar al ideal renacentista de hombre íntegro y universal, con interés científico, con preocupación cívica profunda, capaz de emocionarse frente a una flor, un paisaje, una estatua armoniosa, una sonata o una sinfonía, el tipo humano que encarna perfectamente al Padre Rivera Viera."

Juan Peña Reyes y el Padre Rivera sostuvieron una amistad imperecedera. Nos dice el Dr. Carlos Davis Serrano “Al juntarse estos dos intelectos: el uno representación de lo sublime de lo religioso y el otro, de los más sublime de lo laico, pintaron a Humacao de música, versos y oración”.

El Padre Rivera le regaló el siguiente poema a Juan Peña Reyes

Romance en Blanco y Rojo (fragmento)

Maestro J u a n Peña Reyes,
más que mi amigo, mi hermano;
sobre tu fosa bendita
vengo sembrar este ramo.

Es un puñado de rosas
bicolores que t e traigo;
rosas blancas, simbolismo
de t u honor de ciudadano,
y rosas rojas que enciede
la emoción de tus hermanos

 Padre Juan V. Rivera Viera


El entrañable amigo Santiago Maunez editó el libro titulado la “Obra Literaria del Padre Rivera”. El ICP lo publicó en el 1988.  Es un trabajo extraordinario que hace justicia al legado y a la obra del P. Rivera. Maunez fue uno de los más entusiastas defensores y propulsores de la figura del P. Rivera.

 El Dr. José Ferrer Canales señalo: "Un estudio de la obra literaria del Padre Rivera podría iniciarse con un capítulo titulado "Tiempo y figura", con la ubicación del distinguido escritor y sacerdote en la época en la cual le toca actuar. Corresponde ésta a los años que siguen al "cambio de soberanía". La narración, el análisis nos pondría en contacto con una vida verdaderamente dinámica y briosa." "Un estudio de la obra literaria del Padre Rivera debía ser el tema para un Doctorado en Filosofía y Letras o para una Licenciatura en Letras, en una Universidad." A los jóvenes, con alma noble y grande de artistas investigadores, que les interese realizar una misión como esta, les sugiero buscar en las bibliotecas Lázaro de la UPR en Río Piedras, el Ateneo Puertorriqueño en San Juan, y en el Capitolio de Puerto Rico.

El Lcdo. Aguedo Mojica Marrero nos dice sobre el P. Rivera “Lo hemos visto pasar bajo los robles meditabundos, por entre la muchedumbre tempestuosa o serena: y siempre caminaba con su Cristo agustiniano, con su pobre, rasgado y sangrante Cristo agustiniano sobre el corazón, con el deseo de reducirse a pobreza, a guiñapo, a la gota palpitante que sobró del sacrificio”

El Padre Rivera parodió unos versos de José Martí, en este modo: "Yo quiero, cuando me muera en esta tierra de luz, que en mi fosa esté mi cruz sujetando mi bandera" En el poema "Bandera de Lares" hace una exaltación de Manolo el Leñero y Brazo de Oro, y pide el símbolo patrio para la hora de su muerte: "Una cruz blanca, luminosa y bella, de sus cuarteles dos altivos gules, y en uno de los otros dos azules pálida y triste solitaria estrella." Sus restos descansan bajo su busto, en la que fue su iglesia por 25 años, Dulce Nombre de Jesús, en Humacao.

Por iniciativa de Santiago Maunez nos dimos a la tarea de colocar, el epitafio en el busto de Padre Rivera tal y como él lo peticionó. Además, realizamos varios homenajes al P. Rivera.  Establecimos unos lazos de amistad con los amigos de la casa Yaucana:TAINDEC.  Realizamos varias actividades colaborativas entre los pueblos de Yauco y Humacao para conmemorar la figura del Padre Rivera.

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