Carlos Pérez Morales
Como geógrafo profesional y aficionado a la climatología soy estudioso
del cambio climático. El cambio climático es una preocupación a nivel mundial.
La Organización de las Naciones Unidas celebró una conferencia mundial en
Paris, conocida como COP 21. En esta
conferencia mundial se llegó a un Acuerdo que estipula entre otras cosas una
baja en la temperatura del planeta, limitando el
aumento a 1,5 °C.
El cambio a nivel mundial en el alza de la temperatura del planeta se
debe a una gran acumulación de gases de invernaderos (vapor de agua, dióxido de carbono
(CO2), metano, los óxidos de nitrógeno y muchísimos clorofluorocarbonos) que se
emiten como resultado de diversas actividades industriales del ser humanas. Algunos
de estos gases son naturales y en otros la acción humana es la que los libera.
Al acumularce en la atmósfera, los mismos crean un efecto de invernadero. El efecto de invernadero
consiste en la absorción, por parte de la atmósfera, de emisiones infrarrojas
impidiendo que escapen al espacio exterior, es decir se evita que el calor del
sol deje la atmósfera y vuelva al espacio. Este efecto produce que el calor
aumente en el planeta Tierra induciendo un cambio climático. El cambio climático o calentamiento global, origina a su
vez otros problemas medioambientales, como efectos meteorólogicos extremos, sequías,
lluvias torrenciales, inundaciones, desforestación, desertización y destrucción de ecosistemas. Estas altas temperaturas producen
peligrosas olas de calor.
Europa es una región donde las olas de calor se han hecho más
frecuentes. También aparecen en Estados Unidos, México, el continente africano
y en aquellos países donde el clima es clasificado como mediterráneo.
Las altas temperaturas son un factor ambiental que afecta al desempeño,
y la productividad en el trabajo. Éstas son la causa de estragos en
las cosechas, provocan sequías mortales e inundaciones. Las altas temperaturas
producidas por el efecto de invernadero inducen a un cambio climático. La desigualdad entre las personas
está condenando a una pobreza cada vez más irreversible. Pero
no solo eso: el alza en las temperaturas también es un serio riesgo para la
salud de las personas, para el futuro de la agricultura y para la biodiversidad
del planeta.
Las sequías, los huracanes, hambre, pobreza y destrucción son algunas
consecuencias de las altas temperaturas, incluyendo la pérdida de las cosechas. Las sequías, por el alza en la temperatura es
la causante de crisis alimentaria anualmente en África.
Desde 1980 al día de hoy, se
desató un fuerte calentamiento global,
con temperaturas que alcanzaron máximos históricos en 1998 y 2016 por El Niño.
Durante los últimos cuatro años la temperatura ha
aumentado.
En 2017, el mundo registró uno de los
más altos promedios anuales de temperaturas de la superficie del planeta. ( The
New York Time). Los científicos de la NASA clasificaron al año pasado como el
segundo más caliente desde que comenzaron a llevarse registros confiables en
1880; con ello 2017 queda apenas detrás del récord de temperaturas promedio
establecido en 2016.
¿Estamos preparados para recistir el
cambio climático?
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