jueves, 1 de junio de 2017

LA CORRIENTE DEL NIÑO Y LOS CICLONES TROPICALES





Carlos Pérez Morales

Los ciclones incluyen las depresiones tropicales, las tormentas tropicales y los diferentes tipos de huracanes. Estos ciclones producen vientos que pueden ser muy fuertes, giran alrededor de un centro de baja presión en contra de las manecillas del reloj, llevan mucha lluvia y pueden ser muy peligroso. Cuando las tormentas y los huracanes cruzan el océano y llegan a tierra, pueden causar daños considerables. Los mismos se clasifican en una escala llamada Saffir-Simpson, de acuerdo a la intensidad de los vientos y el posible daño que causen. 
Por otra parte, El Niño es un fenómeno meteorológico  que consiste en la elevación de las temperaturas promedios en el Océano Pacífico tropical,  central oriental. Los pecadores en las costas de Ecuador y Perú, lo denominaron “El Niño” porque su efecto máximo llegaba, cerca de la fecha en que los cristianos conmemoran el nacimiento del Niño Jesús. El fenómeno de El Niño ocurre cada dos a siete años. También existe otro fenómeno con características diametralmente opuestas conocido como “La Niña.”
La corriente de El Niño provoca cambios climáticos a nivel global. En algunos lugares las lluvias son copiosas mientras que en otros existe una prolongada sequía. Las lluvias copiosas pueden causar mucho daño, especialmente a la agricultura. También son la causa de inundaciones con grandes costos económicos y sociales. Para nosotros, la ocurrencia de El Niño representa un cambio en la cantidad de ciclones tropicales. Cando existe un “Niño Fuerte”” en el Pacífico ecuatorial oriental, el número de huracanes en el Atlántico disminuye por acción del aumento en la velocidad del viento que sopla de Oeste hacia el Este. Mientras El Niño mitiga el riesgo de huracanes en el Atlántico y Caribe, en el Pacífico donde se origina, sucede lo contrario. Cuando ocurre el fenómeno de La Niña los vientos de Oeste hacia Este se debilitan, permitiendo la formación de los ciclones en el Atlántico tropical.
El Niño surge con una Oscilación del Sur conocida como ENSO (Inglés) (El Niño Southern Oscillation). Es un cambio de la presión atmosférica en el Pacífico occidental. Estos cambios de temperatura y presión son los responsables de que ocurran El Niño o La Niña.
De acuerdo a la meteoróloga Mónica López directora de El Tiempo  en Televisión Española, “Durante El Niño los vientos alisios se debilitan o incluso se invierten, siendo de Oeste a Este. El agua cálida se acumula frente a las costas pacíficas de Sudamérica provocando un cambio en los patrones habituales de precipitación y temperatura." 

Existen otras razones para que se formen los huracanes, como el calentamiento global. Las temperaturas de los océanos han ido aumentando debido al cambio climático, siendo las altas temperaturas oceánicas una de las razones principales en la formación de los ciclones tropicales. Durante las últimas décadas se ha registrado un aumento en la cantidad e intensidad de los Ciclones tropicales. Este hecho es atribuido también al calentamiento global, causado por el efecto de invernadero que algunos gases producen.

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