jueves, 24 de diciembre de 2015

DURANTE LA NAVIDAD





Dr. Carlos Pérez Morales

Durante el  periodo de Navidad, recordamos el nacimiento del Niño Rey.  Aquel que vino a la Tierra y se hizo hombre, padeciendo para la redención de nuestros pecados. Para los católicos, después de la fiesta de Cristo Rey, viene el fin del año litúrgico, prosiguiendo con las semanas de Adviento. Durante este tiempo nos preparamos espiritualmente, peregrinando para conmemorar la llegada de Cristo a la Tierra.
Durante las primeras semanas se hacen lecturas bíblicas de los profetas que anunciaron la venida del Señor. Las semanas más próximas a la Navidad las lecturas que se hacen son relacionadas al bautismo proclamado por “Juan el Bautista” quien lo hace con agua, pero advierte que el “que viene detrás” de él bautizará en nombre del Espíritu Santo. También otras lecturas destacan el papel de la Virgen María, cuando visita a su prima Isabel y recibe la anunciación de parte del arcángel Gabriel, anunciándole que será la Madre de Dios Hijo. 
Para nosotros los católicos, el periodo navideño es época de reflexión. Pensar cómo estamos en el plan de ser merecedores de la resurrección. Es pensar que el amor a Cristo y a nuestros hermanos debe ser la base de nuestra vida.  Es saber que todos tenemos la oportunidad de alcanzar la Salvación. Recordemos que la segunda venida de Jesús a la Tierra, será “como ladrón en la noche” lo que significa que siempre debemos estar preparados para ese sagrado momento.
La Navidad es época de no sólo leer las Escrituras, sino escudriñarlas y poner su significado en su debido contexto, de acuerdo a nuestro tiempo.  En resumen la Navidad es la mejor época del año.
Durante estos días, la alegría debe llenar nuestros corazones y festejar este periodo con respeto, pero con regocijo en nuestro espíritu. En la Iglesia se cantan villancicos y aguinaldos y se promueven las músicas matutinas.
Lamentablemente los días de Navidad han perdido su verdadero sentido cristiano.  En los países capitalistas se lanzan enormes campañas publicitarias para alentar el consumismo. “Nada más lejos del verdadero cristianismo.” Las familias se endeudan con compras desenfrenadas, muchas de las cuales tienen que pagar con grandes intereses. La llegada de Santa Claus a nuestras tierras, contribuye enormemente a la fantasía y al consumismo desmedido. Este “personaje del Polo Norte”, viene acompañado de símbolos ajenos a nuestra cultura, como son la nieve y la chimenea en nuestras casas, lo que ha contribuido a la transculturación de la Navidad. La aparición de este personaje en nuestras tierras proviene de la cultura estadounidense.  La mayoría de los habitantes de este país, no profesa la religión católica. Muchas personas han elevado al personaje del “gordo”, al mismo nivel de la Epifanía, con sus Reyes Magos.
En Puerto Rico, la tradición del Día de Reyes era fundamental en nuestra cultura.  Era el día del año más esperado por nuestros niños ya que recibían regalos “de parte de ellos.”  Esta tradición viene acompañada de servicios religiosos y representaciones de esta estampa bíblica.

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