domingo, 23 de junio de 2013

Luis Ramos periodista humacaaño.


 

Fotógrafo de la Historia

El Nuevo Dia. 23 jun 2013

POR NILKA ESTRADA RESTO nilka.estrada@gfrmedia.com

 


Luis Ramos, exdirector de fotografía de este diario, recuerda los personajes famosos que retrató y cómo logró capturar las imágenes que lo distinguieron entre sus pares

LA IMAGEN de Roberto Clemente saludando a la fanaticada que celebraba su hit 3,000 ha estado atada por más de 40 años al fotoperiodista que hizo la foto: Luis Ramos, de El Nuevo Día. Esta y muchas otras documentan momentos únicos y extraordinarios de la historia contemporánea capturados por el lente de Ramos.  

Don Pablo Casals tocando el violonchelo en el cuarto de un hospital, Rafael Hernández Colón cambiándose de camisa en un helicóptero, Roberto Clemente en la intimidad, una monja enarbolando la bandera del Partido Popular, Abelardo Díaz Alfaro saliendo de un matorral, Lolita Lebrón arrodillada sobre la tumba de don Pedro Albizu Campos, un ciclista desnudo pedaleando frente al Capitolio y Muhamed Alí en bata y descalzo forman parte de la colección de Ramos.  

Una selección de sus mejores fotos va a formar parte de un libro sobre su trayectoria periodística que está en proceso.

 


Nacido en Humacao, trabajó en El Imparcial antes de pasar a El Nuevo Día. Se ganó la confianza de deportistas, políticos y artistas gracias a su agudo olfato para la noticia y, como buen periodista, cultivó importantes fuentes que le daban exclusivas fotográficas. A base de astucia, maña, esfuerzo y estrategias personales logró fotos que le dieron la vuelta al mundo, entre ellas las de los aviones de la Guardia Nacional quemados por los Macheteros y, por supuesto, las de Roberto Clemente.
 

¿Por qué retrataste a Clemente de espaldas el día de su mayor triunfo?

Es una foto simbólica. Tenía los elementos de lo que él era: su número, el 21, y estaba en el right field. Ese fue el último juego de la temporada. De no hacer ese hit se hubiera quedado en 2,999. Cuando Roberto murió, el director de El Nuevo Día, Carlos Castañeda, estaba en España y dio instrucciones de que buscáramos todos los negativos de Clemente e hiciéramos pruebas de contacto. Al verla, Alfredo Cubiñá gritó: “¡Mira la foto de portada aquí!”. La foto corrió el mundo entero. Lo que había sido un saludo de Roberto se convirtió en una despedida. Yo he regalado más de mil fotos de esa.

¿Qué les dirías a los que piensan que el pitcher tiró un bombito para que Clemente lograra el hit 3,000?

Que es mentira. Fue un hit verdadero, por la forma en que le lanzaron y por la forma en que él le dio a la bola. Le dio con fuerza.

Después de tomar esa foto seguiste a Clemente hasta las duchas, ¿por qué?

 LOS LÍDERES del PNP y el PPD, Carlos Romero Barceló y Rafael Hernández Colón en un curioso encuentro durante una campaña política.




 

Roberto era la noticia. A mí me dijeron que lo siguiera a todos lados. Él me vio en las duchas con la cámara y me dijo: “Espérate, déjame ponerme una toalla”. Se la puso, empezó a enjuagarse y yo a retratar.

¿Cómo desarrollaste ese nivel de confianza con Clemente?

Éramos como los hermanos que pelean y después están contentos. Roberto y yo tuvimos un problema cuando él le dio a un árbitro y yo lo retraté para El Imparcial . Me tomó mucho tiempo desarrollar confianza con él. Poco a poco, pasándole la manita, me convertí en uno de los fotógrafos más cercanos a Momen, como le decíamos.

¿Y qué fue lo que pasó con el árbitro?

Clemente chers del agredió right field, al árbitro. viendo Yo el brinqué juego. la retraté, valla y al corrí árbitro hasta en el primera piso y a base. Roberto Los encima. La foto fue portada. Después de eso, Clemente me demandó a mí y a El

Imparcial . Él decía que era un montaje. Cuando sus abogados chequearon los negativos y las fotos le dijeron a Clemente que eran auténticas. Ahí se le cayó el caso.

¿Clemente tenía un carácter fuerte?

¡Que si qué! Roberto era de pocos amigos. Hoy en día algunos le dirían bipolar. Yo digo que era voluble. Por su forma de comportarse, tú sabías si él quería que lo retratara o no. Las veces que no quería eran las menos.

¿Cuáles, aparte de Clemente, son las figuras públicas que cubriste que más te han impresionado?

Indudablemente, Pablo Casals, don Luis Muñoz Marín, don Luis A. Ferré, doña Fela…

¿Qué te impresionó de doña Fela, por ejemplo?

Doña Fela era toda una personalidad. Cuando ella llegaba a los sitios todo el mundo se le acercaba a decirle sus problemas: que si las medicinas, que si el médico, que si me falta esto o aquello... Ella siempre tenía una persona al lado para resolver los problemas; eran los que escuchaban o recogían los papelitos con los problemas. Era igual con Muñoz. Él siempre andaba con Luis Laboy, que lo ayudaba en lo que fuera. Era mejor ir donde Laboy que donde Muñoz. Los políticos no resolvían, sino los que estaban con ellos.

¿A esos políticos les gustaban las cámaras tanto como a los de ahora?


Sí. Pero había que saber qué fotos se les tomaba. Por ejemplo, a Muñoz no se le podía retratar con una cerveza en la mano. Si a él no le gustaba algo, con la mirada, con un gesto, te decía que no. Tenía a Ismaro Velázquez que te decía que no. No te lo tenía que decir dos veces. Pero también a los periodistas que cubríamos La Fortaleza nos decía: “Dejen las cámaras y las libretas ahí” y nos íbamos al comedor a almorzar, a comer y beber y compartir con Muñoz. Lo que se hablaba allí, de allí no salía.

A don Pablo Casals lo retrataste roncando tras bastidores durante un concierto en el Teatro de la UPR. ¿Te recriminaron alguna vez por esta foto?

Casals, realmente, lo que hacía era meditar. La música lo elevaba. Yo observaba a las personas, qué era lo que hacían, cómo lo hacían. No los interrumpía. Si veía que hacían algo que podía usar gráficamente, ahí hacía la foto. Tomaba una foto a la vez, nada de flash, ni llamar la atención, ni estar moviéndome de un lado para el otro. Había que tener discreción. Ellos sabían que yo estaba allí, pero también sabían que no les iba a distraer. Martita Casals era la persona que sabía lo que podía o no retratar. La dinámica entre nosotros era muy buena.

Me contaste que al inicio de tu carrera viajabas en la guagua de la AMA para hacer las asignaciones. ¿Era lo común entre los fotógrafos?

Yo no tenía carro, pero llegaba primero a los sitios que los demás. Si tenía mucha prisa, me iba con los taxistas de la National, que estaban al lado de El Imparcial . Yo me monto un día en la guagua en Puerta de Tierra y un poquito más adelante se monta don Jaime Benítez, por donde está ahora Casa Cuna. Cuando él me vio se rió y saludó. Don Jaime no tenía chofer hasta que llegó a la presidencia de la universidad. Él caminaba del Condado a Puerta de Tierra y volvía en guagua a su casa.  

¿Retrataste a alguien más en la guagua?  

Bueno, a Julio Iglesias, cuando no lo conocía nadie en Puerto Rico, le dije: “Vámonos en la guagua”. Lo llevé al Viejo San Juan, caminamos por las calles, él comió piragua. Por la noche, fui al show de él en el hotel Condado Plaza. No había ni 100 personas. Cuando terminó se bajó de la tarima, pasó en medio de todo el mundo, saludó y se fue.

 He escuchado historias de fotógrafos que les dañaban el trabajo a los otros, que les contaminaban los químicos del revelado o les cambiaban los settings de las cámaras. ¿Es verdad?  

Sí, es verdad. Tenías que tener sumo cuidado dónde dejabas la cámara, no la podías soltar. Las cámaras sincronizaban a 1/60 (velocidad con la que se capta la imagen). Una vez me dañaron una, en La Fortaleza, en una conferencia de prensa de Muñoz Marín. Era por la competencia que había entre los fotógrafos. Para que más nadie tuviera la foto.

 Supongo que tú también tenías tus estrategias para lograr fotos exclusivas, ¿o no?

 Bueno, unas fotos famosas fueron las de los aviones de la Guardia Nacional a los que los Macheteros les pegaron fuego. Eran como las 12 de la noche. Llamé a los bomberos y me dijeron: “Arranca para el aeropuerto”. Cuando estoy llegando a la Base Muñiz veo a la Policía y la Fuerza de Choque en la Baldorioty, bloqueando la entrada al aeropuerto. Los fotógrafos estaban allí pero nadie podía pasar. Me pregunté ¿cómo es que voy a pasar? Veo un camión de bomberos y cuando pasó me fui detrás de él. Pensé: a los bomberos nadie los va a parar. No me pararon. Dejé el carro y cogí la cámara con un solo rollito. Estaban los aviones quemados, todavía botando humo. Empiezo a retratar, cogí el rollo de película y me lo puse en las medias, por si me quitaban la cámara. Cuando salí, los fotógrafos empezaron a maldecirme. Me dijeron de todo. Cuando amaneció fue que los dejaron entrar.

 Cuentan que eras de los primeros, sino el primero, en enterarte de los fuegos. ¿Por eso eres bombero honorario?

Yo soy de Humacao. Cuando tenía como siete años, hicieron un parque de bomberos al lado de donde yo vivía. Salía de la sala de mi casa y prácticamente estaba en la estación de bomberos. Habíamos como 15 muchachos en el barrio. Los bomberos nos enseñaron a limpiar el equipo que ellos usaban. Los veíamos trabajar. En los veranos, nos mojaban con el agua de las mangueras. Para nosotros era una gran fiesta. Yo me pasaba en el parque de bombas. Cuando Roberto Gándara creó el cuerpo de bomberitos, fui de los primeros bomberitos en Puerto Rico. De adulto me hicieron bombero honorario.

Sé que también cogiste tus regaños, por subirte a las sillas y por no guardar las formas de acuerdo al lugar y la ocasión. ¿Puedes contarnos algo de eso

Una vez fue por las tennis. Resulta que en un velorio de una personalidad muy importante de la cultura que se hizo en la Catedral de San Juan la cantidad de gente era tan grande que no dejaba ver la ceremonia con monseñor Aponte Martínez. Yo siempre andaba en tennis y mahones. Ese día, de ahí tenía que ir para el hipódromo. Pasé entre la gente y llegué al féretro, por poco me meto en la caja de muerto a retratar. Un señor que estaba allí, un médico muy fino que tenía muy buenas conexiones se alarmó. Habló de las tennis y de mi forma de retratar el cadáver. Dijo que era una falta de respeto. Le mandó una carta a don Antonio Luis Ferré. El médico quería que me botaran. Después, como seguía viendo el nombre mío en el periódico, llamó a Castañeda y le preguntó por qué yo estaba en el periódico todavía. Yo no sé qué le contestó; sé que seguí trabajando.

¿Y, por casualidad no te botaron de La Fortaleza cuando hiciste las fotos del hijo menor de Hernández Colón, Juan Eugenio (Tigre), bajando por la baranda de la escalera?  

Doña Lila lo que hizo fue reírse. Hernández Colón no me dijo nada. Fue el día de la toma de posesión de él. Llegamos a La Fortaleza y todo el mundo se fue para arriba. El Tigre se quedó conmigo abajo. Nos fuimos para el salón donde está el piano. Le dije: “Tigre, toca el piano” y él me hizo caso. Después le dije: “Tírate por el pasamanos de la escalera” y él lo hizo. Al otro día salió todo publicado, le dieron un gran despliegue. Tuve que ir a Fortaleza no sé a qué. Rafael de Santiago, que era el jefe de prensa de Hernández Colón, me dijo: “¡Ramos, el teléfono no ha dejado de sonar, diciéndome que ese muchacho va a desbaratar el piano, que va a acabar con La Fortaleza, que va a acabar con todo”. De ahí en adelante no me dejaban solo con el Tigre.  

Hay una foto en que Muñoz está agarrando tu cámara. ¿De qué hablabas con él?  

Eso fue en Barranquitas, un día de Luis Muñoz Rivera. Esa foto me la regaló Max Toro para que la tuviera de recuerdo. Muñoz agarró la cámara. No me acuerdo qué fue lo que me preguntó. Él era así de natural, digo, cuando tenía confianza con las personas. Y siempre andaba pela’o. Recuerdo que una vez en Barranquitas un señor le dijo: “Don Luis, ¿tiene $5?” y él le dijo a Roberto Sánchez: “Resuelve esto”, y don Roberto le dio los $5. Muñoz nunca tenía un vellón encima.

También retrataste a don Luis A. Ferré con Marisol Malaret en las escaleras del avión cuando ella llegó a la Isla tras ganar el cetro de Miss Universo. ¿Cómo hiciste esa foto?

 Aquello era un gentío. Ellos estaban en las escaleras del avión. Los veía desde la pista. Me pregunté cómo iba a hacer para llegar donde ellos. La gente no se movía. Yo era flaco. A uno de los que trabajaba en el aeropuerto, que pesaba como 300 libras, le pedí que me subiera. Él me levantó. Llegué al nivel de don Luis y Marisol. Hice la foto que nadie tenía, a don Luis felicitando a Marisol. Entonces me bajó.

 ¿Qué le debes a la fotografía?

 La fotografía es mi vida. Con ella expreso lo que siento, como ocurre con el pintor. Creo que logré hacer grandes cosas. A través de la fotografía pude tener acceso a mucha gente que otros, siendo médicos, abogados, poetas no tenían. Yo, siendo un humilde jibarito de Humacao, tenía acceso a ellos. ¿Cuándo pensaba estar junto a Pablo Casals, Jackeline Kenney, Muñoz Marín, Ferré y los gobernadores de Puerto Rico? Nunca. Eso lo logré con mi habilidad y con humildad, que es lo principal de la vida.

miércoles, 19 de junio de 2013

Erbin Mauras Fuentes


Erbin  Mauras Fuentes

 

Nació en Humacao el 18 de marzo de 1934.  Fueron sus padres don Felipe Maurás y doña Gumersinda Fuentes. 

 Su fuente de inspiración y admiración lo fue el fenecido cantante de Tríos Cheito González. Sus primeros tonos en la guitarra los aprendió de su amigo  Warren González  quien no se destacó en la música por tener otros intereses. Erbin empezó como solista en la Orquesta Copacabana que dirigía nuestro excelso músico Tilo Cruz. De formación autodidáctica siempre gustaba de acompañarse con su guitarra.

 

Llegó a compartir y a relacionarse con grandes exponentes de la música de tríos como: Miguelito Alcaide, Rafael Scharon, el humacaeño Máximo Torres  de los Murcianos entre otros.  Participó con Tony Pino con el Trío “Los Joviales” en los años 50.  Tiene varias grabaciones. Residió  en Nueva York por varios años.  A su regreso a su querido pueblo estableció un pequeño negocio.

 

Su disco Erbin Maurás Romántico es una verdadera  joya romántica.  Siempre gustaba de apoyar las actividades culturales y musicales de su pueblo.  Acostumbraba a participar de la rica bohemia donde nos deleitaba con interpretaciones de su rico repertorio dentro de las cuales se destacaba  la canción “Gitana”. Su voz fuerte y romántica le impartía  ese toque particular lleno de sentimiento.  

 

Recordaremos a Erbin por haber sido parte los intérpretes de la canción romántica  del esplendoroso ambiente artístico que se desarrollaba en su época en la ciudad de Humacao.  Amable y conversador siempre nos hacía reír al compartir sus innumerables anécdotas y aventuras.

 

En febrero del 2009,  durante la celebración del Mes de los Tríos, el reconocido cantante recibió un emotivo homenaje de parte del Centro Cultural Dra. Antonia Sáez. Lo distinguimos  como uno de los "boleristas humacaeños de la canción romántica”.

 

Erbin sentía un profundo amor por su terruño.  Residió por mucho tiempo en la Calle Tomás Cruz  y desde allí se desplazaba para confundirse con su pueblo.

 Fallecio el lunes, 18 de junio de 2013

Hasta luego apreciado amigo.

 

 

Prof. Félix Báez Neris

Humacao, Puerto Rico

lunes, 3 de junio de 2013

Luis Rodríguez – Biografía Artística:

En una apretada síntesis intentaré hacer un esbozo de la vida y personalidad del joven músico y compositor humacaeño Luis Rodríguez.   Luisito nació a principios de  la década del 80. Lo deduzco porque es contemporáneo y condiscípulo de mi hijo. Tiene un grupo muy unido como  compañeros de estudio de  la escuela Ana Roqué  y  que como es lógico el destino los lleva por distintos caminos pero lo maravilloso del grupo es que tienen como promesa separar al menos un día al año el consabido encuentro y celebrar la amistad.

A mi hijo, siguió el mundo del deporte y Luisito siguió la musa de la música que lo atrapó desde muy pequeño.

Completó su bachillerato en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras donde estudió guitarra con el maestro Juan Sorroche y composición con el Dr. Carlos Cabrer, Dr. Bruce Mccombe y Dr. Salvatore Macchia.  

En el 2000 es co-fundador del grupo de música afro-caribeña Iyawó. En el 2003 co-fundó Taller Cé, la primera cooperativa de cantautores de Puerto Rico, desempeñándose como vice-presidente, productor, sonidista y director de La Escuela de Artes. En el 2006 crea Nudo, un grupo de música basado en la canción con elementos de jazz y ritmos afro-caribeños. 

Su formación musical y la experiencia en estos proyectos novedosos musicales van deslindando en Luisito unas características que lo distinguen para que brille con personalidad propia. En su arte observamos la originalidad, riqueza de ideas, sentimiento íntimo y patriótico.  Profesa un amor por su entorno y su gente, hermosamente expresada en sus composiciones como Mariana. 

Como compositor, Luis Rodríguez ha trabajado con varias compañías y directores de ballet, teatro y danza. Entre estos: The Misa Table, UMass Theater Department,  Ballet Lili Castro, Ballet Municipal San Juan, Ballet la Perla, Desiderátum Inc., Patricia Hernández, Rosa Luisa Márquez, entre otros.  

Como cantautor se ha presentado en un sin número de escenarios y viajado a países como Venezuela, Estados Unidos, Colombia, Cuba, República Dominicana y España. Actualmente cuenta con una maestría en composición clásica de la Universidad de Massachusetts y una vasta experiencia en composición de música Afro-caribeña y contemporánea.   

Su creatividad la mueve el ferviente anhelo que cobija su musa y  la libertad para dar rienda suelta a su talento creador, aquí habla sola su producción  Discografía:

 Iyawó (2004) - Es un proyecto que fusiona los ritmos afro-caribeños con la nueva trova. Todas las canciones compuestas por Luis y Rossana Rodríguez
¡Topo, Tu mano es la mia! (2005) - Homenaje aAntonio Cabán Vale.
Canción: Expresa lo que sientes 
Autor: Antonio Cabán Vale
Arreglo: Luis Rodríguez
Voz: Luis y Rossana Rodríguez
Percusión: Javier Hernández
Violín:   Francisco Cabán
Bajo:   Pedro Guzmán
Café Teatro (2006) - Es una compilación musical de cantautores puertorriqueños producido por la cooperativa de cantautores Taller Cé.
Canción: El reflejo - Luis Rodríguez
Cántame (2008) - Es un disco acústico por Walter
Morciglio, Zoraida Santiago y Luis Rodríguez, en vivo desde Taller Cé.
Canción: Juégate - Luis Rodríguez
Canción: Gira - Luis Rodríguez
 
Su música es un gran aporte al desarrollo de la música caribeña y afro caribeña como se suele llamar, a mi me gusta llamarla antillana. Especialmente el acorde de las notas de su guitarra con el sabor y el ritmo de sintonía  con nuestro acervo musical. Su sapiencia musical lo lleva además por los caminos de nuestra música romántica, imponiendo ritmo impensado a nuestra canción romántica tradicional  dándole ese toque especial a la bohemia.

Otras composiciones suyas recogen la cotidianidad, especialmente la política, y son explicita como una noticia viva que sale del  periódico con el toque del buen humor que le impone, expresando a su vez la denuncia y crítica a una sociedad indolente.

Producto de su creación humanista recogemos aportaciones hermosas y valiosísimas como…

 Música Instrumental para teatro compuesta por Luis Rodríguez:

 Zapatos para volar 2007
Yo que te quiero tanto – Para Teatro Breve 2007
Historia de Primavera
El Cielo que nos mira

Música Original Instrumental de Luis Rodríguez:

Tiempos desesperados - Cuarteto de cuerdas Pieza interpretada por la Orquesta de la Universidad de Massachusetts.

La disposición de Luisito siempre esta  despierta para no volver sobre caminos ya recorridos, o conformarse con metas alcanzadas. Su incesante reflexión lo lleva  como hemos observado por muchas rutas y caminos en el mundo musical.

Este joven humacaeño es uno comprometido con su patria. Lo observamos en sus luchas y aportaciones a las causa que defiende y dignifica a nuestra nación. En ocasiones, le indico la gran responsabilidad que recae sobre él en ese pase de batón generacional. Deberá beber de las fuentes musicales de las pasadas generaciones para mantenerlas vivas. Con su mirada interpretativa  moldeará  y atemperará  esos ritmos a las nuevas corrientes musicales como ya nos tiene acostumbrado.

Bueno y puedo continuar hablando mucho más de nuestro distinguido músico y compositor. Pero hoy solamente queremos decirle que aquilatamos su valioso arte musical y que nos sentimos muy orgullosos de su trayectoria y  lo felicitamos con alegría, cariño,  aprecio y el amor que le profesamos.

 Adelante buen amigo.

 
Prof. Félix Báez Neris
3 de junio 2013
Humacao, Puerto Rico

Vibra en la intimidad

El Nuevo Dia. 31 de mayo de 2013
    
La cantante complació a un público variado que disfrutó una velada dedicada al amor.

Acompañada por el guitarrista Luis Rodríguez, Denise interpretó una veintena de números entre los que hubo algunos de su disco Ruidos y silencios, y otros del cancionero latinoamericano.
 
(jose.candelaria@gfrmedia.com)
Por Marcos Billy Guzmán / Especial El Nuevo Día
Estar presente muchas veces trasciende los límites de la física. Hay manifestaciones casi místicas e inexplicables de la vida que no se ven, pero se sienten. Denise Quiñones hizo todo lo posible anoche para evocar esa especie de ruidos y silencios emocionales durante la velada que ofreció anoche en el café teatro Punto Fijo, del Centro de Bellas Artes Luis A. Ferré.

En ese íntimo espacio santurcino, la Miss Universe 2001 demostró que tiene mucha más profundidad que los estereotipos atados a los certámenes de belleza. De que aquella reina dulce todavía queda algo, pero combinado con la intención de querer apelar a los sentimientos por medio de la bohemia. Con esa intención, la cantante presentó la velada Estoy aquí, su primer concierto en Puerto Rico.
“¡Qué rico, Dios mío! El corazón ya está palpitando... Es una buena señal. Gracias por su presencia. Esta es una presentación que me llena de muchísima emoción. Lo más que me gusta hacer es interpretar en un ambiente íntimo. Están en la sala de mi casa. ¡Me hacía falta mi patria! Espero que se adentren conmigo”, dijo justo antes de comenzar el show, que repite hoy.

Durante la función, la también actriz entonó casi una veintena de temas y siete de esos fueron de su disco Ruidos y silencios. De dicha producción, el tema Miradas dulces le sirvió para iniciar el concierto mientras se acaricaba el cuerpo lenta y sensualmente, pero sin rayar en la vulgaridad.
“¡Ya rompimos el hielo!”, bromeó suspirando. “Veo caras reconocidas y caras nuevas... Me llena de felicidad”.

Luego de elogiar al músico dominicano Juan Luis Guerra, la vocalista cantó el corte Amapola. Entonces pasó a recordar a la fallecida cantautora boricua Sylvia Rexach por medio del éxito Olas y arena. Denise también le rindió tributo al cubano Silvio Rodríguez con la canción Rabo de nube.

De Sanz y Páez
Ya hacia la mitad del show, la famosa boricua apostó a un éxito del español Alejandro Sanz: Cuando nadie me ve. Igual complació a las personas al homenajear al argentino Fito Páez interpretando Un vestido y un amor con su voz suave y levemente susurrada.

En un vestido negro de Stella Nolasco que se confundía entre las luces tenues del escenario, Denise deleitó a los presentes posteriormente con otras canciones de su único álbum. Entre estos estuvieron Felicidad y tristeza, Conga triste, Serenata y Fáltame el respeto.

Pero nadie le faltó el respeto durante la presentación a la vez que reconocían los acordes de No soy sin ti, el sencillo con el que la artista se lanzó oficialmente a la escena musical.
A lo largo de la presentación, la protagonista de la noche estuvo acompañada por el guitarrista Luis Rodríguez, el percusionista Daniel Díaz y el bajista Ramón Vázquez. Para el tema Mundo para dos, el adolescente cuatrista Carlos Gabriel Cabrera le dio un toque más boricua a la jornada.
El activista Pedro Julio Serrano y el humortivador Silverio Pérez escuchaban en primera fila a Denise, quien agradecía la presencia entre simpáticas guiñadas y carcajadas.

“Un abrazo, una sonrisa, una conversación son cosas que devora el tiempo, pero el amor es algo que nada puede devorar”, comentó al agradecer el cariño que le manifestaba el público.
No era la primera vez que Denise protagonizaba un concierto íntimo, puesto que así lo hizo por algún tiempo cuando decidió mudarse de Nueva York y establecerse en la República Dominicana.
A sus 32 años, la polifacética artista no complació masivamente a sus espectadores como cuando ganó el Miss Universe en televisión internacional. Sin embargo, aunque anoche prevaleció la intimidad, el encuentro no careció de emoción y ternura. Hubo ruidos y silencios.